Desde la desembocadura del Guadiana, en un extremo de la provincia, hasta el otro, delimitado por las piruetas paisajísticas en las que va a expirar el Guadalquivir, la provincia de Huelva alberga más de cien kilómetros de costa. Los distintos clubes marítimos y náuticos que la regentan hacen uso de sus excelentes condiciones para la práctica deportiva de la vela o alguna de las otras modalidades deportivas marinas. El viento, en la mayoría de las ocasiones favorable, y las características fisiológicas del Golfo de Cádiz dan lugar a un entorno natural “único” en la península para la competición, tal y como comenta Antonio Álvarez, el marinero mejor posicionado por palmarés del Real Club Marítimo y Tenis de Punta Umbría y un convencido de las posibilidades, olvidadas en cambio, por lo que cuenta, de Huelva como sede de grandes pruebas náuticas. Con motivo del inicio de la temporada deportiva en su Club y con el objeto de hacer balance de sus 40 años de experiencia como patrón del ‘Cambria’ habla para Andaluciainformacion.es, sin olvidar reseñar, en ningún momento, la camaradería entre los marineros y competidores, “lo mejor”, en su opinión, del deporte náutico.
-¿Cómo están los ánimos al inicio de la temporada?
Ahora mismo estamos preparando la primera prueba de la Regata de Invierno de Punta Umbría. Hasta hoy hemos puesto a punto los barcos para que esté todo listo. Empezamos con ganas, esperamos que participen muchas embarcaciones y así sea una cita interesante en lo deportivo.
-La náutica, ¿es un deporte que acaba apasionando?
La verdad es que sí, la vela suele tirar mucho. Yo empecé hace unos 40 años con un amigo, luego me empezó a interesar cada vez más, hasta que pude adquirir mi propia embarcación, el ‘Cambria’, en el año 89. Desde entonces me he dedicado a la competición sin parar, hasta este momento. Además, a mí me viene de familia la afición por el mar, imagino que eso también habrá tenido mucho que ver. Mis abuelos poseían embarcaciones de pesca y vela y mi abuela ya cosía las velas de los barcos en Punta Umbría, hace más de medio siglo.
- A nivel deportivo, ¿qué peso tiene en la provincia?
Considero que no el que le corresponde. Es un deporte un poco olvidado, tanto por instituciones como por los empresarios que no acaban de verle su potencial como atractivo turístico y deportivo. Huelva vive una contradicción importante, siendo uno de los campos de regata con mejores condiciones para los deportes náuticos, no alberga grandes pruebas ni cuenta si quiera con una competición provincial de peso. Además, se encuentra en medio de dos zonas más asentadas, Cádiz y el Algarve. No obstante, si se hiciera un esfuerzo mayor, creo que podría destacar fácilmente. Habría que incidir también en la unión, porque cada club realiza su propia prueba y eso al final hace que las competiciones no sean tan atractivas al no contar con un alto índice de participación. Es una pena, porque se está desaprovechando un entorno que, como te digo, es único.
- ¿A qué crees que se debe esta situación?
El nivel económico es importante. La vela es un deporte caro y debe tener un respaldo en este sentido fuerte, que apueste por ella y su potencial. Ahora mismo se sostiene en gran parte por los aficionados que somos los que sacamos adelante las competiciones entre nosotros a través de los clubes marítimos y náuticos. Faltan espónsores y las administraciones no dan mucho de sí. Podríamos decir que el apoyo a la vela es nulo en este sentido. Algo que no se entiende muy bien porque luego en cambio hay muy buenos regatistas que salen de las escuelas onubenses. Aquí en Punta Umbría, por ejemplo, hay una escuela que no deja de conseguir éxitos en toda España.
- ¿Crees que es un deporte conocido?
No, desgraciadamente, no es un deporte muy extendido. Sin embargo, a todo aquel que presencia una competición náutica, sea en vivo o sea por televisión, le acaba llamando la atención. Es un deporte muy espectacular en el que hay que tener preparación física y un gran sentido de la estrategia. El problema está en que para entenderlo hay que tener unas nociones mínimas y ahí fallamos. La difusión es fundamental y es algo que tenemos que mejorar. Yo cuento con la suerte de tener un espónsor, la empresa Jiménez Puente, Pescados y Mariscos de Huelva, pero hay muchos compañeros que no tienen el respaldo de nadie y tienen que hacer frente a todos los gastos ellos solos.
- ¿Cómo fue el palmarés en 2008?
Lo cierto es que no podemos quejarnos. Obtuvimos primeros puestos en pruebas como las 200 Millas 2 de Punta Umbría, junto a Juan Pedro de la Torre, el Colombino del Club loca, el RN3 del Puerto de Santa María y la Regata de Invierno de Mazagón, entre otras.
- ¿Y cómo se presenta la presente temporada?
Hasta junio vamos a tener bastantes pruebas. Empieza ahora con la Regata de Invierno de Punta Umbría y también participamos en la de Mazagón. Hay una prueba muy especial, ‘la Volta al Algarve’, por el entorno en que se realiza. Luego comenzaremos con las pruebas de verano, en especial con la Regata Transoceánica Huelva-La Gomera, que este año cumple su veinticinco aniversario. Es una de las pruebas estrella del calendario, además de ser la única transoceánica que se realiza en nuestro país.
-¿Ha participado en otras ocasiones en ella? ¿Qué tiene de especial?
Si, he tomado parte de la competición en otras ocasiones y la verdad es que se disfruta mucho. A nivel deportivo te exige más que las pruebas habituales, se trata de cuatro o cinco días de travesía desde Huelva hasta la Isla de la Gomera, rememorando el primer tramo del viaje de las naves de Colón hacia América. Es especial por la camaradería que despierta, la convivencia en mitad del océano y el trabajo en equipo hace grande a este deporte.
- ¿Qué exige los deportes náuticos a la persona que los practica?
Es curioso, pero en este deporte nunca se acaba de aprender. De hecho, yo diría que la experiencia tiene un peso fundamental en el deporte náutico y en cada regata aprendes una cosa nueva. La estrategia es clave también y la técnica, que no puede ser descuidada. Por otro lado, fuera de competición hay una cuestión muy importante, el mantenimiento de las embarcaciones. Tener el barco a punto es vital para que luego en las pruebas pueda jugar un buen papel. Eso implica, por otra parte, un gasto considerable. Por poner un ejemplo, cada dos años hay que cambiar las velas. El bricolaje del barco, su puesta a punto, también despierta afición.