Preciosa imagen la que presentaba la centenaria plaza de la Isla de León con sus tendidos abarrotados aparentando un histórico “no hay billetes”. Con un calor sofocante y una humedad insoportable en el ambiente, se lidiaron seis toros “low cost” de la ganadería de Arcadio Albarrán, con más rabo que pitones, y que además no dieron el juego que su adjetivo de bravos conllevaba. Manuel Díaz “El Cordobés” (Purísima y oro): dos orejas y silencio; Francisco Rivera “Paquirri” (Botella y oro): dos orejas y ovación con saludos; y David Galván (Verde hoja y oro): dos orejas y dos orejas y rabo.
Quiero protestar como ciudadano con pleno derecho a asistir a un espectáculo público, totalmente legislado y no penado por la Ley del Maltrato Animal, de los insultos que recibí por parte de unos manifestantes antitaurinos que incomprensiblemente se apostaron a escasos 10 metros de la fachada de la plaza de toros. Todo el mundo tiene el derecho a manifestarse exponiendo y defendiendo sus ideas, pero la Delegación del Gobierno no debe permitir que dichas concentraciones se realicen a tan poca distancia de los cosos taurinos, ya que una de sus funciones es velar por los derechos de los ciudadanos y evitar posibles altercados.
Poco acople mostró “El Cordobes” con el capote en sus dos toros. A su primero le recetó una faena de muleta larga de poco contenido pero que conectó con el festivo público. Su segundo oponente fue un toro protestado desde salida con poca raza y escaso poder. El torero naufragó ante un ejemplar con pocas condiciones para la lidia ante el cual tampoco arriesgó contando quizás con las dos orejas que ya había conseguido en el primero de la tarde.
“Paquirri” se mostró con muchas ganas esta tarde en La Isla. A su primero lo recibió con una larga cambiada en el tercio. Cedió a la petición del público y banderilleó con solvencia al astado. Con la muleta aprovechó las primeras tandas para realizar un toreo pulcro por el pitón derecho, aguantando estoicamente un “mosqueante” parón del burel. Luego el toro se rindió echándose antes de que la faena tomara más vuelo. Al quinto de la tarde lo recibió por verónicas. Volvió a coger los palos resultando volteado sin consecuencias en el segundo par. Tras un poderoso inicio de faena sentado en el estribo, el pupilo de D. Arcadio se rajó estrepitosamente huyendo de la lucha y echándose en tablas. Cariñosa la ovación que el diestro recibió en su temporada de despedida de los ruedos.
Como dije en el titular, de nuevo David Galván se ha impuesto a Goliat, representado en esta ocasión por dos gigantes del toreo, con mucho tirón mediático, con los que compartía cartel. El mejor toreo con el percal de la tarde lo realizó en su primer toro. La faena de muleta tuvo poder y empaque, además el diestro contó siempre con el apoyo incondicional de sus paisanos que le jalearon y aplaudieron calurosamente. En el último de la tarde también destacaron sus lances a la verónica. Con la pañosa estuvo muy por encima de su oponente en una faena en la que el diestro puso el picante que le faltaba al astado. Tras una gran estocada paseó los máximos trofeos.