Por primera vez la representatividad municipal encontró un espacio abierto, público y acorde a la temática que viene siendo la comidilla de unos y otros fuera del Consistorio, ante un proyecto que a pesar de las opiniones encontradas, no consigue aunar los posicionamientos meridianos para hallar respuestas a las innumerables preguntas que aún siguen abiertas. Cuestiones que no logran ser respondidas.
Encontrar luz ante tantas dudas formuladas era el objetivo. Se halló a medias. Muchas lecturas al margen de la principal cuestión.
Ocasión perfecta que no todos supieron aprovechar, al menos de los que pretendían sacar algo de información y claridad al respecto. Sí sirvió para clarificar ciertos aspectos más locales como también para marcar, si es que necesitaba de alguna prueba más, y dibujar los trazos bien posicionados de dos bancadas cada vez más encontradas y ofuscadas entre sí.
El tono se agria por momentos, en una legislatura que se encamina a cumplir el cuarto mes y de la que no se ha sabido, hasta el momento, concentrar una opinión mayoritaria y aglutinadora. La temperatura va subiendo paulatinamente según pasa el tiempo, conforme van transcurriendo los capítulos que marcan el calendario y los que sin duda están aún por llegar.
El Auditorio de San Miguel sirvió de escenario ideal para que Ondaluz Televisión y Viva El Puerto organizase un debate abierto, participativo y plural entre todos y para todos.
Monotemático y una disyuntiva bien clara ante una construcción que se otea en el firmamento y que reabre una realidad a la que hay que afrontar en los próximos meses.
Afrontar sí o sí.
Los acuerdos suscritos no entienden de valoraciones más allá de lo que marcan los contratos y de los convenios firmados años atrás. Las consecuencias de no acatarlos pueden ser demoledoras para una economía ya de por sí escuálida y supeditada a la orden y vigilancia del Ministerio de Hacienda.
La cuenta atrás va agotando los cada vez menos recursos de paralizar en la búsqueda de hallar algún resquicio legal, en un propósito de cuantificar las diferentes maneras de encajar una misma realidad.
El proyecto de los dos aparcamientos subterráneos busca saber cómo concluirán y cómo se van a gestionar. El tiempo pasa y poco o nada nuevo se va conociendo al respecto.
Las cámaras de Ondaluz sirvieron para inmortalizar que la cuestión tiene una difícil diligencia, cuanto menos comprometida en su paralización y en su posterior explotación.
Su construcción se verá próximamente, o no. Cuestiones administrativas, y quién sabe si judiciales, deben marcar los siguientes pasos. Lo que sí parece ser meridanamente claro es que habrá un antes y un después.
El peaje tendrá unas consecuencias funestas y habrá que dejar pase los años para valorar con la perspectiva del tiempo en su justa medida.
Ocho fueron las formaciones políticas que se dieron cita, dos de ellas (Queremos Puerto y UPyD) sin representación en el Ayuntamiento. Lo que para algunos supuso en su génesis la oportunidad de recolocar de nuevo a la ciudad en el mapa de inversiones, para otros ha sido la ocasión perfecta para crear un problema donde no lo había.
Lo que debía ser el segundo y tercer aparcamiento subterráneo de la ciudad, comienza a ser un problema de primer orden.
Lideratos a tiempo parcial
Una muestra más de que los tiempos en política son los que son, quedó patente nuevamente en el debate. En la representación, propuestas, mensajes y ausencias que marcan el camino de los que en su día entonaron argumentaciones, y que a la espera de tiempos mejores, prefieren pasar el testigo a nuevos actores que van liderando, con más pena que gloria, un papel de difícil interpretación.
Los representantes de cada partido fueron elegidos por estos mismos. Todo abierto y todo democrático. Cada uno puso al que quiso. A su entender, al mejor. El ofrecimiento televisivo encontró desde un primer momento el compromiso de participar en una ocasión única y perfecta. Ondaluz apuesta firme por lo local y por la actualidad más portuense.
Si los argumentos utilizados en la mayoría de las ocasiones fueron difusos e inconclusos, igualmente, los que debían apostar por sus razonamientos, no convergió para que los llamados a ser líderes, en la mayoría de las ocasiones, pasaran a otro compañero la oportunidad. Una vez más y van demasiadas, Alfonso Candón no participó de él. Esta vez sus compromisos estatales no le imposibilitaron mutar El Puerto por Madrid. Esta vez no.
De la misma manera, Silvia Gómez, una cada vez más en la sombra y con una aparición más residual, dejó su testigo a Javier Cuvillo, que se presenta como la cara más afable de Ciudadanos. El cambio se solapa cuatro meses después de las elecciones municipales.
Otro que también prefirió seguir el debate desde el numeroso público que se dio cita (más de un centenar) fue José Antonio Oliva, que cedió su puesto a una voluntariosa, solo eso, María José Marín, con cada vez más peso en Levantemos.
La división está más latente que nunca, ante dos propuestas más que definidas. Por un lado el equipo de Gobierno, otrora oposición y que ya en su día se opositara abiertamente a este proyecto, y por otro, el Partido Popular, que parece ser el único que sigue manteniendo con firmeza, se aferra como adalid de un proyecto -otro más y van...- del que no se argumentó ni se informó.
La tercera versión, otro posicionamiento, ironía gramatical, menos clara y ventajista a la espera de conocer el desenlace final. Con matices y con medias tintas tampoco se ubica realmente cuáles son las opciones del resto.
Despliegue informativo ante el debate expectante
En su compromiso con la ciudad y con los temas más locales, Ondaluz TV no escatimó recursos para poder ofrecer un debate que intentó mostrar de una forma abierta y plural la opinión de todas las fuerzas políticas de la ciudad con y sin representación Consistorial.
José Antonio Oliva estuvo esta vez entre el público
El número 1 de Levantemos El Puerto, José Antonio Oliva, cedió su testigo a María José Marín que fue la portavoz, otra vez, de la formación. Oliva, que ha estado de baja varias semanas, siguió atento entre el público el debate con camiseta del ‘no’ incluida.
Alianzas y cuestiones más que claras y evidentes
David de la Encina y Antonio Fernández, otroras defensores a ultranza en la no construcción de los aparcamientos, ahora en el Gobierno, focalizan la intención de continuar recabando información para paralizar un proyecto que sigue ofreciendo debate y dudas.
Algunos mostraron su parecer con camisetas
A la cita televisiva no le faltó público en el Auditorio San Miguel, que no ocultó su rechazo al proyecto y, ataviados con camiseta, lucieron su parecer; la misma que lució la edil María José Marín y José Antonio Oliva de Levantemos El Puerto.