Oriol y Yolanda viven en París con sus dos hijas. Él es arquitecto, ella es profesora. Durante unas vacaciones en el Delta del Ebro, un accidente transforma sus vidas. Ésta es la sinopsis de Sueño y silencio, una nueva entrega de la Cinemateca de otoño, que llega este domingo a los Multicines Bahía Mar a partir de las 20.30 horas.
Un largometraje de casi dos horas de duración en el que la improvisación juega un papel fundamental. De hecho, y tal y como destaca su director, Jaime Rosales, el guión de la película no contiene diálogos. De esta forma, los actores reciben el contenido dramático en el momento mismo de rodar la escena, sin recibir ningún tipo de instrucción sobre qué decir, cómo decirlo o qué hacer.
Esta película también es poco convencional en lo relativo a la repetición, ya que las tomas son únicas y no existen varios ángulos sobre una misma escena o situación.
En este sentido, los actores tienen total disponibilidad y libertad para hacer y decir lo que les inspire la escena. Y es que, el verdadero sentido de este filme es captar la realidad humana, lo absolutamente real y cotidiano. Facetas que, sin duda alguna, fascinan a este cineasta al que impresionan e interesan las diferentes expresiones relativas a las relaciones humanas, los gestos y miradas, así como aquellas emociones que no se pueden ni se quieren, a veces, controlar.
Así, lo que se pretende captar y mostrar con la película es a la persona en sí, la verdadera esencia del individuo que se suele esconder bajo varias capas.
Todos aquellos que quieran profundizar en lo más íntimo de los individuos, tienen una cita este domingo en los cines con este original filme.
