El coro de Nandi Migueles abre una sesión por calar. El coro colorido de ‘Los Niños’ conquista y emociona por su melodía y por su “pellizco que la tristeza convierte en palmas”, cantan en su primer tango. Así lo confirma con cada una de las letras con las que ajusta un tipo que a base de coplas que a modo de terapia cura con gusto.
El homenaje y piropo lo interpreta en el segundo a la ausencia del coro de La Viña. La depresión y el abatimiento lo alejan con un aire motivador.
Un tratamiento que hayan con un motivo más que justificado y bien cantado.