"Pase lo que pase nosotros vamos a seguir trabajando pensando que esto es muy largo. Es un partido más", dice el técnico blanco
El francés Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, descartó que el de este sábado sea un clásico decisivo, convencido de que pase lo que pase su equipo peleará la Liga hasta el final, pero advirtió a sus jugadores que encaran "el partido más difícil de la temporada".
Centrado en el partido y solo en lo deportivo, Zidane compareció con su tranquilidad habitual ante los medios en la víspera del clásico. Hubo tiempo para las risas, que no pudo contener ante la pregunta con opinión de un periodista japonés que le indicó que debe jugar por bandas para ganar al Barcelona, y también para lanzar un mensaje claro: sea cual sea el resultado, la Liga no estará sentenciada.
"Pase lo que pase nosotros vamos a seguir trabajando pensando que esto es muy largo. Es un partido más, tres puntos que sabemos la importancia que tienen y vamos a hacer un buen partido para intentar ganar, pero no va a cambiar nada lo que pase en el partido", dijo.
Guardó sus cartas Zidane, que no desveló si el galés Gareth Bale está para jugar todo el partido ni ningún detalle táctico, ni quiso desviarse con ninguna cuestión como el pasillo que el Barcelona descarta hacer al reciente campeón del mundo.
"Lo siento, pero no me interesa para nada, de verdad. Solo el partido de mañana. No solo a mí, a todos los jugadores y a todos los madridistas nos interesa solo el partido y nada más", dejó claro.
A la cita aseguró que llegan con "sensaciones buenas" y "preparados para hacer un gran partido" del que destacó la dificultad. "Seguramente será el más difícil de la temporada porque siempre los clásicos son partidos muy bonitos y difíciles pero es lo que nos mola", manifestó.
Descartó el técnico madridista que tenga carácter de decisivo para el Real Madrid. "Estos partidos no son para ganar una Liga. No hay ansia. Tenemos que pensar en el partido sin mirar los puntos de diferencia. Son los que hay y lo que podemos es hacer un gran partido ante un rival que es muy bueno", indicó.
"No veo que sea un partido decisivo para la Liga teniendo en cuenta la diferencia de puntos, sería estúpido pensar en eso ahora mismo. Yo pienso de forma positiva, estamos muy bien y lo hemos demostrado con grandes resultados. Si perdemos y no jugamos bien se hablará mucho, pero la Liga no estará sentenciada", opinó.
Y dejó Zidane en su mensaje plasmada su filosofía de fútbol. Lo primero es el buen fútbol antes que nada. "Para mí lo más importante es jugar bien, luego cada partido es una final porque hay una distancia a recortar. Lo vamos a intentar pero siempre con tranquilidad, calma y con el balón, intentando jugar bien al fútbol", manifestó.
Para el rival tuvo palabras de respeto, sin coincidir en que no esté desplegando un juego brillante. "No me importa si juega bien o mal el Barcelona, van primeros en la tabla, es un hecho y tiene mérito. Cada uno puede opinar de su juego, yo no voy a decir lo que pienso pero si van líderes es por algo", aseveró.
Convencido de que si su equipo juega "bien" pueden "hacer daño a cualquier rival", Zidane no quiso recordar la superioridad de agosto en la Supercopa de España. "No pensamos en lo que pasó, ahora es otra situación, otro partido y nosotros estamos bien. Me interesa mi equipo porque el rival es muy bueno, muy fuerte, va primero por algo. Me interesa lo que vamos a hacer", señaló.
En ese libro de ruta a la "ambición y ganas" asegurada, dijo Zizou que añadirán aspectos que parten de la posesión de balón. "Tenemos que empezar con mucha intensidad y si no estamos bien con el balón tendremos problemas", advirtió.
De todos sus clásicos como jugador eligió uno de Liga de Campeones. "El que más me acuerdo no era de Liga, fue de Champions en la semifinal. Ganar en el Camp Nou un partido tan importante fue muy bonito", aseguró.