Ni de penalti. El Cádiz estuvo negado desde el primer minuto, cuando Salvi tiró por la borda una oportunidad de las que un equipo que apunta alto no puede fallar. Y así continuó hasta el final, con pena máxima fallada incluida, para dejar de ganar dos puntos importantísimos.

Al final pudo jugar Sankaré, quedándose el central Migue en el banco y fuera de la lista Rubén Cruz. De esta forma, tres integrantes de la línea defensiva eran novedades, con las dificultades que conlleva para coordinarse. Iván Malón, Luis Ruiz y Servando sustituían a los sancionados Carpio, Brian y Aridane, notándose esa falta de conjunción en varias jugadas.

Salvi pudo cambiarlo todo en el primer minuto de juego, pero no supo rematar entre los tres palos una oportunidad muy clara, tanto como las dos que había dejado pasar la jornada anterior.

A partir de aquí, un partido sin dueño en sus primeros 45 minutos. Los locales dominaban la posesión, pero en dos llegadas a punto estuvieron de marcar los visitantes. Primero, Cifuentes desvió el ajustado disparo de Emaná, y luego una jugada ensayada a balón parado dejó solo a Tejera en el área pequeña, pero no controló bien.

Lo intentaba el Cádiz, pero no conseguía crear peligro de verdad en la portería de Reina. Y así pasaban los minutos en los que lo único positivo eran las tarjetas recibidas por los defensas visitantes, algo que podría lastrarles en el resto del encuentro.

Empate en el descanso
Sin goles se reanudó el partido y el guión fue parecido, aunque esta vez hubo que esperar cinco minutos para ver una oportunidad. Fue Ortuño el que remató de cabeza, pero el balón se marchó rozando el palo, idéntico resultado con el mismo protagonista instantes más tarde.

A falta de media hora, un desacertado Salvi se fue a la ducha para dejar su lugar a Nico. Y minutos más tarde el Cádiz se la jugó: Garrido fuera y Abdullah dentro, mediocentro por mediocentro, pero con un carácter mucho más ofensivo. Y eso es porque la idea era clara: ni mucho menos se firmaba el empate ante un rival que sí lo haría.

El Cádiz solo llevaba hasta ahora un penalti a favor, que en su día transformó en gol Ortuño. Sin embargo, esta vez no tuvo puntería y mandó el balón a Fondo Norte alto.

La pena máxima se había pitado por agarrón al propio delantero, que pese a ello consiguió rematar al poste. Además, esta jugada supuso la segunda tarjeta amarilla y la consiguiente roja a Mossa.

En el añadido, Emaná tuvo la oportunidad más clara. Sankaré perdió el balon en el extremo derecho y a la contra se quedó totalmente solo el delantero visitante. Con más de treinta metros por delante para llegar al mano a mano con Cifuentes, el atacante se pensó tanto la jugada que el portero le ganó la partida. Fueron unos segundos de miedo para la afición local, que veía ya el 0-1, pero el guardameta celebró su renovación con una parada que vale tanto o más que un gol.

- Ficha Técnica -

Cádiz CF: Cifuentes, Iván Malón, Servando, Sankaré, Luis Ruiz (Aitor García, min. 82), Garrido (Abdullah, min. 68), José Mari, Salvi (Nico Hidalgo, min. 60), Álvaro García, Aketxe y Ortuño.
Nàstic: Reina, Gerard (Suzuki, min. 84), Xavi Molina, Bouzón, Mossa, Zahibo (Assoubre, min. 52), Álex López (Perone, min. 75), Luismi, Tejera, C. Lobato y Emaná.
Árbitro: Ais Reig (Comité valenciano). Amonestó con cartulinas amarillas a Zahibo (min. 34), Bouzón (min. 36), Salvi (min. 43) y Gerard (min. 81). Expulsó por doble amonestación a Mossa (mins. 39 y 71).
Incidencias: 13.278 espectadores en el estadio Ramón de Carranza.