Una eliminatoria que parecía de trámite va camino de convertirse en la peor pesadilla para el Real Madrid, pese a que el club blanco anuncia que irá a por todas para “defender” lo que cree son “sus derechos” en este caso.
Florentino Pérez no asume errores, en su comparecencia pública se limitó a descargar de culpas al Madrid, apuntando indirectamente a la Federación y al Villarreal, cuyo presidente, Fernando Roig, respondió horas más tarde.
Según el presidente del club madrileño, “la sanción no es eficaz porque no se ha comunicado personalmente al jugador”. Esa es básicamente la postura que defiende el Real Madrid, dispuesto a recurrir a todas las instancias necesarias en una búsqueda desesperada de no ser sancionado con la eliminación, que es el castigo que establece el Código Disciplinario.
“Si no nos lo dice ni la Federación ni el Villarreal, no podemos saberlo, dicen por ahí que todos los clubes han recibido una circular con las sanciones, pero eso no es verdad, nosotros no la tenemos”, aseguró Pérez. Sin embargo, en esta misma ronda tanto Arbilla (Espanyol), como Raúl García (Athletic), no han jugado justo por el mismo motivo y sí conocían su sanción, que fue notificada a todos los clubes afectados.
Pérez alude también a un artículo según el que tras la tercera eliminatoria “quedarán anulados los ciclos vigentes de amonestaciones” y “se iniciará otro nuevo turno en dieciseisavos de final”. En este punto hay discrepancias porque la idea del artículo es limpiar a los equipos que lleven jugadas dichas tres eliminatorias, pero en el caso del Madrid era el primer partido.
“No detectamos que haya ninguna persona que haya actuado de forma negligente”, respondió al ser cuestionado sobre la búsqueda de responsabilidades.
En definitiva, interpretaciones para todos los gustos, pero solo una verdad y esta parece no estar con el Madrid.
