En el Betis andan con dos frentes abiertos en el mercado veraniego por encima de cualquier otro, a falta de escasos seis días para que dé comienzo la pretemporada en el conjunto verdiblanco.
Uno de ellos, el relacionado con los descartes a los que tiene que dar cabida la dirección deportiva en la mayor brevedad posible; algo que se antoja harto complicado por la falta de ofertas convincentes dado el flojo rendimiento que en la mayoría de ellos, se ha podido observar a lo largo de toda la campaña.
Por otro, no demorar demasiado la llegada de un jugador que debe ser uno de los pilares fundamentales en el plano ofensivo del equipo de las trece barras en ausencia, obviamente, del máximo goleador de la historia del club de Heliópolis, Rubén Castro.
Tanto Macià como Mel son conscientes de que la exigencia en Primera División sube enteros y aunque nadie duda de la calidad y el talento ante el gol del ariete canario (sobradamente demostrado ya), la edad del canario y sus problemas judiciales, hacen que urja incorporar a un delantero que le pelee el puesto a Rubén o incluso, pueda complementarse con el artillero bético en busca de la meta rival.
Queda claro en ese sentido que el papel de Jorge Molina y de Enzo Rennella no dan para aguantar el ritmo de goles requerido en la élite del fútbol español, habida cuenta además que, bien el del Alcoy o el franco-italiano, podrían salir en caso de una propuesta suculenta para las partes.
Uno de los nombres dentro del abanico de posibilidades que se ha manejado en el Betis es el de Duván Zapata, actualmente en las filas del Nápoles y cotizado por una serie de equipos importantes europeos que desean conocer las condiciones del atacante colombiano.
Otro de los futbolistas en el punto de mira de la secretaría técnica verdiblanca es Thievy Blfouma, propiedad a día de hoy del Espanyol, aunque ni el francés se plantea volver ni el cuadro catalán desea su regreso. Veremos pues por donde acaban yendo los tiros.