Le llaman, o le llamaron, el Wenger de Aharal. José María del Nido no dudó a la hora de ofrecerle una oportunidad ganada a pulso con el filial y, posteriormente, al ponerle sobre la mesa un contrato sobre el que el entonces dirigente esperaba resolver la dura marcha de Juande. Pero el tiempo, la afición sevillista y la prensa le fueron quitando la razón por ambición y por un juego que era poco vistoso. Pero para lo bueno y para lo malo pocos podrán discutir que Jiménez no lo dio todo por esa camiseta. Han pasado los años y la inquina ya parece olvidada.
¿Echas de menos el Sevilla? –Echar de menos no es el término correcto. Tengo grandes recuerdos de muchas vivencias y son bonitos todos. Llevo al Sevilla siempre en mi corazón.
¿Qué supuso la figura de José María del Nido para el Sevilla y para tu persona?
–Yo creo que Del Nido ha sido un presidente importantísimo, para muchos el mejor y no sólo por los títulos, sino porque hizo que pasaramos del “otro año igual” a un Sevilla ambicioso con hambre de títulos.
¿Y ahora José Castro y Monchi?
–Pepe Castro ha continuado con esa ambición. Lo conozco de hace muchísimos años, desde que era un aficionado hasta que entró en la directiva. Y con Monchi, por su parte, hemos compartido tanto... Dentro de un vestuario, dentro de un despacho, en un coche y con conversaciones de todo tipo. Que yo no estoy enfadado porque un día me tuve que ir de ahí. He estado más de treinta años en el Sevilla, ¿quién más puede decir eso?
¿Cierras la puerta a una posible vuelta al Sevilla?
–Por supuesto que no le cierro la puerta. Yo sé que hice un grandísimo trabajo y el tiempo muestra las posiciones que alcanzamos y los puntos que conseguimos y, sobre todo, donde estaba el equipo cuando decidieron que me tenía que ir. Pero entiendo que las etapas pasan y a mi me tocó vivir una fase de reestructuración después de venir de más a menos para ir luego de menos a más como se está demostrando.
¿Por qué no fue tan afable tu relación con la prensa deportiva de Sevilla?
–Yo iba a una rueda de prensa y creía que me hacían preguntas para atacarme. Tal vez la inexperiencia como técnico nos llevó a ese enquistamiento y con una bola que fue creciendo. Pero en mi currículum me lo tomo como algo positivo porque con eso he crecido muchísimo. Y sí que me arrepiento porque no hay una mala pregunta, hay una mala respuesta.
¿Entendió los pitos de la grada, que le reprochaba quizás un juego muy defensivo teniendo un gran equipo?
–Suena más uno pitando que diez en silencio. Pero, si al gran equipo te refieres a Mosquera, David Prieto, Lolo, Duscher, Romaric... Porque los Kanouté, Luis Fabiano, Navas y Capel jugaban siempre. Por cierto, equipo muy defensivo con esos cuatro arriba (risas).
¿Y qué te parece el trabajo que está desarrollando tu colega Unai Emery?
–Chapó. Impresionante. Ha tenido que ganar la Europa League para entrar en Champions, sí, pero es que ha ganado dos. Ha hecho muy bien las rotaciones y, sobre todo, ha sabido estar tranquilo cuando más se le ha criticado. Tiene ya una experiencia, un gran bagaje y ha sabido manejar los tiempos para lograr todos estos éxitos con el Sevilla.
¿Es bueno para la ciudad que el Betis haya regresado a Primera?
–Claro que sí. Yo soy sevillista por pasión, pero respeto al Betis principalmente porque en mi familia hay muchos béticos. Son dos clubes que deben enfrentarse siempre en Primera. Eso sí, el mejor equipo de Andalucía es el Sevilla.
¿Ve con opciones al Sevilla para ganarle al Barça en la Supercopa de Europa?
–Está más que capacitado. Además, el Sevilla va a tener más tiempo de descanso y de preparación. Siempre es mejor enfrentarse a los grandes al inicio de la temporada y aunque son muy buenos el Sevilla va saber aprovechar su ventaja.