El Almería se reencontró con la victoria nueve jornadas después, en el debut liguero de su entrenador Juan Ignacio Martínez, y ahondó en la crisis del Celta de Vigo (0-1), que cierra 2014 en su peor momento de era "Toto" Berizzo, después de encadenar cinco jornadas sin ganar y acumular ya 576 minutos sin ver puerta.
No se sabe si el técnico celeste castigó a su compatriota Joaquín Larrivey con la suplencia por su "rajada" del pasado martes o fue simplemente una decisión técnica, pero lo cierto es que su equipo acusó en exceso la ausencia del delantero argentino.
El exfutbolista del Rayo aporta mucho más en el juego aéreo que Charles, y ante un rival encerrado en su campo, como el Almería, el protagonismo del brasileño fue escaso.
El Celta tuvo el balón, pero siempre lejos del área rival. Le faltó profundidad en el primer tiempo, especialmente por la banda izquierda, donde Santi Mina y Jonny apenas inquietaron. Sólo el chileno Fabián Orellana, por el otro costado, lo intentó, pero sin demasiada suerte.
Y como le sucedió en partidos anteriores, un error defensivo lo condenó. Porque de un córner a favor, el Celta se vio sorprendido por un rápido contraataque de los almerienses, que finalizó en boca de gol el israelí Tomer Hemed, tras un monumental error de Fontás al intentar ceder el balón con el pecho a su portero.
Pudo igualar tres minutos después, en el 19, el conjunto celeste, pero el cabezazo del central Cabral, que regresaba al once, lo desvió el debutante Julián Cuesta, muy seguro durante todo el choque.
El dominio celeste todavía fue más abrumador en la segunda parte, en la que el Almería renunció por completo al ataque. Berizzo movió ficha, situando a Fontás como mediocentro y a Radoja como central, pero no debió quedar muy contento con la variante porque no tardó en rectificar.
El asedio celeste era continuo. Orellana y el danés Krohn-Dehli rozaron el empate, el primero con un libre directo que se estrelló en el larguero y el segundo con un disparo cruzado que se marchó rozando el poste.
Siguió el Celta buscando el gol y en el minuto 72 el chileno Orellana forzó un penalti, pero ni desde los once metros logró el Celta acabar con su sequía goleadora, después de que Julián Cuesta adivinara el lanzamiento de Nolito, que acababa de entrar en el terreno de juego.
Con los locales volcados, el Almería tuvo una oportunidad para matar el duelo, pero francés Thievy, que llevaba un minuto en el campo, no acertó a superar a Sergio Álvarez en el mano a mano, alargando el sufrimiento de su equipo, que aguantó, no obstante, el último empuje de los celestes.