El oficio de Argentina le vale para meterse en semifinales

Publicado: 05/07/2014
Un gol de Higuaín en el minuto 8 fue suficiente para superar a una inoperante Bélgica
La selección argentina se ha clasificado este sábado para las semifinales del Mundial de Brasil tras ganar a Bélgica (1-0) en los cuartos, gracias a un gol tempranero de Higuaín que fue suficiente ante una selección belga que llevó muy poco peligro a la portería de Sergio Romero.

   Como viene siendo tónica general de los cuartos de final del Mundial de Brasil, el Argentina-Bélgica fue un partido lento, feo y en el que acabó triunfando el equipo veterano, el que tiene más historia a sus espaldas.

   El combinado de Alejandro Sabella logró este sábado algo que no había conseguido ninguna selección argentina desde hace 24 años, llegar a las semifinales de un Mundial. Y lo hizo fiel a su estilo, sin brillantez ni dominio, pero con toneladas de oficio y con un tridente que en algún momento aparece: Messi, Higuaín y Di María.

    Esta vez fue el turno del delantero del Nápoles. El 'Pipita' aprovechó un rechace, colocó su cuerpo y fusiló a Courtois logrando su primer gol en Brasil 2014. Era el minuto 8 y la jugada llegó después de una recuperación argentina en el centro del campo tras la que Messi bailó a todo el que se acercó a él sin moverse prácticamente del sitio. Después envió el balón a Di María que estrelló el esférico en un defensa y entonces llegó el rechace que aprovechó el punta.

   Esa jugada fue el reflejo del juego de Argentina, que depende al 100% de Messi y Di María. Por eso el capitán argentino baja a recibir a 40 metros del área, porque sus compañeros son incapaces de llevarle el balón en condiciones y tiene que ser él quien genere el fútbol. Esta vez su socio le abandonó en el minuto 33, cuando un pinchazo le hizo dejar el partido. Si la lesión de Di María es importante, la albiceleste tiene un problema serio.

   Y es que ante Bélgica se vio que a pesar de sustituir a Gago y poner en su lugar a Biglia, poco mejoró el juego en la zona ancha. Aunque es cierto que el jugador de la Lazio mejoró lo hecho por el de Boca en los partidos anteriores.

BÉLGICA DEMOSTRÓ MUY POCO.

   También es verdad que enfrente tuvieron una selección que pecó de candidez y que no generó peligro en ningún momento. Bélgica se dejó llevar por el ritmo que le impuso Argentina, entre otras cosas porque Marc Wilmots se empeñó en volver a juntar en el medio a Witsel y Fellaini, una dupla lenta y pesada y que no es capaz de dar velocidad al juego.

    Ante eso tan solo De Bruyne llevó peligro a las inmediaciones del área argentina. El del Wolfsburgo ha sido el mejor de los suyos en este campeonato y volvió a serlo ante Argentina. La lástima es que Hazard no estuvo en esta ocasión a la altura y ahí Bélgica perdió mucho.

   Esta vez la entrada de Mertens y Lukaku desde el banquillo no sirvió para remontar a una Argentina que tuvo en dos contragolpes la oportunidad de ampliar el marcador. El primero lo mandó al larguero Higuaín tras una gran jugada personal. El segundo lo estrelló Messi en un Courtois que le tiene comida la moral. Tras eso tan solo una llegada de Lukaku hizo temblar a los miles de argentinos que se congregaban en Brasilia, pero la defensa volvió a mostrar su oficio y solventó el asunto.

   Por lo tanto Argentina se encuentra ahora ante una oportunidad histórica de volver a un lugar que no ha pisado en muchos años, la final de un Campeonato del Mundo. Para ello deberá superar a Holanda o Costa Rica, algo en principio asequible pero para lo que necesitará al mejor Messi y a ser posible a Di María.

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