Primer compromiso de la semana para la Reina Letizia, que tras deslumbrar en la ópera en Bilbao el pasado viernes con un diseño en clave lady de Teresa Helbig, ha retomado su agenda oficial presidiendo en Madrid el acto de fin de campaña para promover la toma de conciencia sobre la accesibilidad universal en el tejido empresarial, organizado con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra el 3 de diciembre.
Firme en su apoyo a las causas sociales, y comprometida con la necesidad de una sociedad más accesible y equitativa en un mundo más inclusivo y justo para todos con independencia de sus capacidades, su Majestad ha apostado de nuevo por su 'uniforme de trabajo' en este tipo de actos, intentando que sus estilismos no eclipsen su labor al frente de la Corona.
Así, ha lucido un look 'working girl' con un traje sastre con blazer clásica con bolsillos frontales y pantalón fluido en color azul klein -de 'El Corte Inglés' de estreno- que ha combinado con camiseta de algodón de cuello redondo en negro, mocasines de tacón ancho y abrigo oversize sobre los hombros -que se ha quitado en el interior del evento- al tono.
Una novedad inédita que pone de manifiesto que Doña Letizia no teme arriesgar en lo que a cuestiones de moda se refiere, ya que no ha dudado en apostar por llevar dos colores normalmente antagónicos que tradicionalmente nunca vemos juntos, el azul en una tonalidad oscura, y el negro. Y, sin duda, arriesgar es ganar en su caso, ya que ha demostrado que pueden convivir en perfecta armonía y protagonizar un outfit impecable para ir a la oficina.
Prescindiendo de bolso o maletín en esta ocasión, la Reina ha dejado su media melena suelta con cierto volumen, dejando a la vista unos pendientes nuevos formados por pequeños aros plateados y detalle de cristal en forma de lágrima, y ha destacado sus labios con un jugoso gloss en un favorecedor tono rosado.
