La subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, ha destacado este miércoles que el Ejecutivo "cumple con el compromiso" de dar continuidad a las actuaciones de emergencia en el litoral onubense. De hecho, este martes se adjudicó a la empresa Rohde Nielsen la ejecución de las obras para la aportación de arena del fondo marino para la playa de La Antilla-Islantilla.
Así, según ha informado la Subdelegación en una nota de prensa, el volumen de aportación se ha estimado en 180.000 metros cúbicos para distribuir en una longitud de playa de unos 4.400 metros.
De este modo, esta actuación se añade a las ya realizadas durante este verano en la misma zona de 80.327 m3. En el mismo ámbito de obras de emergencia, han recordado que el pasado miércoles 19 se reanudaron las obras relativas al paseo marítimo de Matalascañas, que por motivos de seguridad, tuvieron que ser aplazadas a septiembre.
Por su parte, la arena para esta aportación se extraerá del préstamo submarino situado frente a la costa de Punta Umbría, el mismo utilizado en verano para aportar a la playa de la Antilla.
La duración de las obras, incluidos sus preparativos, se estima en un mes, mientras que las operaciones de dragado y vertido de arena comenzarán el 8 de octubre y, con una fecha aproximada de conclusión del 31 de octubre.
Para la ejecución de las obras se dispondrá una tubería sumergida en cuatro posiciones sucesivas. Desde cada posición se aportará arena a un tramo de playa de mil metros, mediante una tubería fija que se irá conformando mediante la adición de tramos, hasta cubrir esos mil metros de playa. Así pues, se precisará ocupar la playa con esa tubería longitudinal en tramos, con una longitud máxima de estos mil metros. En principio, la evolución de la obra, discurrirá hacia poniente, comenzando desde el extremo de levante de la Antilla.
Así las cosas, han indicado que esta circunstancia ha de tomarse en consideración por los responsables municipales y por los explotadores de servicios de temporada con objeto de que prevean la retirada o el desplazamiento de sus instalaciones, para no interferir con la ejecución de los trabajos.
En este sentido, se insta a ambos a que sean receptivos con los requerimientos que se les haga por los responsables de la ejecución de las obras, agradeciéndoles su colaboración y, lamentando las molestias que las mismas puedan ocasionarles.
