Condenado a cerca de dos años de cárcel un acusado de maltratar y agredir a su mujer

Publicado: 17/08/2014
El juez detalla que \"en muchas ocasiones\" estos hechos han sido en presencia de los hijos y en el domicilio familiar. Sin embargo, agrega, la mujer \"no ha interpuesto denuncia por estos hechos por el temor que le determinaba la relación\"
El Juzgado de lo Penal número 2 de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a cerca de dos años de prisión y tres años y seis meses de orden de alejamiento a un hombre, acusado de maltratar habitualmente y agredir a su mujer, durante unos 15 de los 24 años de relación y en los que la afectada no denunció desde el principio, en la capital cordobesa.

   En concreto, el varón ha sido condenado a un año de cárcel y dos años de orden de alejamiento por un delito de maltrato habitual; nueve meses de prisión y un año y seis meses de alejamiento por un delito de lesiones, y seis días de localización permanente por una falta de injurias, al tiempo que ha sido absuelto de un delito de lesiones y un delito de amenazas en el ámbito familiar y que se le imputaban.

   Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado ha estado casado con la víctima durante unos 24 años, matrimonio del que nacieron tres hijos. Si bien, el juez apunta que "la relación se ha ido deteriorando de forma progresiva con el tiempo", pues, al menos desde hace 15 años, el hombre ha "insultado, vejado, desvalorizado y agredido, incluso, impidiéndole relacionarse con la familia, a su esposa de forma continuada".

   Al respecto, el juez detalla que "en muchas ocasiones" estos hechos han sido en presencia de los hijos y en el domicilio familiar. Sin embargo, agrega, la mujer "no ha interpuesto denuncia por estos hechos por el temor que le determinaba la relación".

   En este contexto, a primera hora de la tarde del día 4 de abril de 2013, en el domicilio familiar, "se produjo un incidente entre la pareja", en el que el acusado, tras "menospreciar" a su mujer, la insultó, "como habitualmente", con distintos calificativos, si bien "el incidente no pasó a mayores al marcharse" el procesado.

   No obstante, sobre dos horas más tarde, al volver al domicilio, el juez relata que se produjo una nueva discusión en la que el acusado "agredió a su esposa teniendo que intervenir los hijos para que el hecho no pasara a mayores, causándole lesiones que curaron a los cinco días, sin impedimento para sus ocupaciones habituales, ni secuelas".

   Además, en el transcurso de esta discusión al decirle al acusado que sí no la quería que la dejara, este, según el juez, le contestó que sí se le ocurría hacer algo la mataría.

   Entretanto, la resolución explica que no consta que el acusado agrediera a su esposa con un palo de una escoba sobre el mes de marzo del año 2012, puesto que "no existe prueba objetiva, ni parte de lesiones".

FUNDAMENTOS

   Mientras, el juez considera que la prueba ha resultado "contrastada", para lo cual destaca "la declaración de la víctima, que se ha mantenido constante y sin fisuras durante toda la causa, relatando más o menos pormenorizadamente algunos de los episodios vividos, sobre todo las desvalorizaciones", así como el dictamen pericial que "dota de especial sentido y contrasta la existencia de datos que revelan la situación de abuso continuada que se relata".

   Al hilo de ello, comenta que "la agresión" concreta de abril de 2013 está "perfectamente acreditada por la documentación médica", a lo que añade que la propia declaración del acusado y sus rasgos de personalidad, analizados en dictamen pericial, son "percibidos" por el juez, "reconociéndose una situación de conflicto que se achaca a los celos".

   En este sentido, cree que "en modo alguno" dichos celos están "constatados" y son "una excusa a la que, con cierta habitualidad, se recurre en estas situaciones". De hecho, apostilla el juez, "el propio acusado reconoce, también, la situación de aislamiento del matrimonio y la falta de relación de la mujer con su familia".

DECLARACIONES

   En el juicio, el hombre declaró que "nunca" había tocado a su mujer, con la que estaba en trámites de divorcio cuando se celebró la vista oral, al tiempo que apuntó que no le había hecho "nada malo", sino que tenían "discusiones como cualquier pareja". Así, defendió en todo momento que no ha amenazado, ni insultado, ni pegado a su mujer.

   Asimismo, comentó que "alguna vez" han tenido celos por parte de los dos, pero aseguró que no la ha golpeado ni insultado. Si bien, relató que un día llegó a casa y se encontró con la Policía, que iba a detenerlo, por la denuncia de la mujer, aunque él después se presentó "voluntariamente" en la comisaría, porque, "no había hecho nada malo", dijo en el juicio.

   Por su parte, la mujer declaró que el acusado la ha insultado "muchas veces", al tiempo que citó algunos episodios y que no le dejaba ver a su familia. Además, aseguró que él era celoso y "casi dos veces por semana" la golpeaba y "a diario" la insultaba, en los últimos 15 años de relación.

   Al respecto, la mujer justificó que no denunciara antes los hechos de maltrato "por miedo", dado que, según apuntó, "estaba sin trabajo", con los hijos y "no tenía dónde ir", a lo que agregó que ella no es celosa.

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