La concejal de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Córdoba, María Jesús Botella, ha señalado este miércoles que la atención que presta a los niños rumanos de etnia gitana persigue "evitar su presencia en las calles y procurar la adopción de hábitos de escolarización, higiene y alimentación adecuada".
Así se ha pronunciado la edil en una nota después de que Prodeni anunciara que había denunciado ante el Fiscal del Menor "la utilización de niños" rumanos de etnia gitana por parte de mujeres de la misma nacionalidad para la mendicidad, llegando la situación al punto de que para este colectivo Córdoba "ostenta el dudoso mérito de ser la capital de la mendicidad que utiliza a niños como gancho".
Botella ha explicado que el programa de atención municipal consiste tanto en la unidad de calle como en la unidad de estancia diurna, que cuentan con un presupuesto anual que supera los 140.000 euros. La unidad de calle está formada por una trabajadora social, un educador y un intérprete de rumano y es "un trabajo a pie de calle", haciendo un seguimiento para "garantizar la correcta escolarización y atención sanitaria, como el cumplimiento del calendario de vacunas, entre otros aspectos".
Este equipo recorre constantemente tanto los asentamientos como los domicilios y les ayuda en trámites, como la inscripción en el registro civil de los recién nacidos.
Asimismo, Botella ha detallado que la unidad de estancia diurna atiende a los menores desde que cuentan con cuatro meses de edad hasta que son escolarizados. "Consiste en habituarlos a la escolarización desde el principio y a quitarlos de la calle con este servicio que se les ofrece, pero que no se les puede imponer", ha afirmado.
Además, la concejal ha señalado que la población rumana "tiene también a su disposición las ayudas de emergencia y las ayudas económicas familiares si cumplen con los requisitos para acceder a ellas".