En el año 1755, un maremoto originado en Lisboa sacudió buena parte del país vecino. Las ondas de aquel fenómeno meteorológico también alcanzaron la costa gaditana, donde Chipiona fue uno de los municipios más afectados. Tantos años después, entre la población chipionera aún existe una gran concienciación ante el
riesgo que corre por sufrir un nuevo desastre natural de ese tipo, por el simple hecho de estar situado en un enclave costero. Por eso, quiere tomar precaución. Desde el Ayuntamiento, hace tiempo que movieron los hilos para contactar con la UNESCO y convertirse, así, en uno de sus
proyectos pilotos europeos de prevención ante tsunamis.
Uno de los primeros pasos que se dieron en esa línea, fue la instauración de unas señales repartidas por la localidad que, esta mañana, han servido de guía para indicar
la dirección de una ruta de evacuación que ha recorrido un grupo de voluntarios acompañados por miembros que trabajan con la
UNESCO, así como distintos expertos en la materia. Recorrieron distintos puntos del pueblo como parte de un camino que partió de la Cruz del Mar y pasó por lugares como el Colegio Maestro Manuel Aparcero, donde el próximo lunes, día 6 de noviembre, se llevará a cabo un simulacro para concienciar a los niños.