El conflicto de los aparcacoches ilegales que acusa la barriada de Las Torres por la demanda de los aparcamientos junto a la pasarela del Hospital de Jerez desde hace tiempo se ha vuelto insostenible desde enero a esta parte. Así lo denuncian desde la asociación vecinal Bellos Horizontes, donde no saben qué más tiene que ocurrir para para que las fuerzas de seguridad tomen cartas en el asunto tras el violento episodio vivido el pasado domingo en una panadería de la zona a última hora de la tarde.
La dependienta acabó con cortes en un dedo, después de que uno de ellos se personara “con un palo y un cuchillo” y le pidiera el dinero mientras la trabajadora hacía la caja. Según les ha relatado la víctima, el atacante “estaba fuera de sí”, les rompió la vitrina con el palo y, cuando ella le plantó cara para recriminarle su conducta, forcejearon y le pinchó con el arma blanca, llevándose poco más de 600 euros. “Le podía haber cortado el dedo, afortunadamente no ha sido de gravedad, aunque le ha afectado a la yema, pero podría haber pasado una desgracia si le pincha en otro sitio”, se lamenta el propietario del negocio.
Se trata del Horno La Imperial, en la esquina de la calle Bajete, junto a la pasarela del Hospital de Jerez, que es el espacio más ‘cotizado’ por los conductores para aparcar y que literalmente se disputan los gorrillas. Según denuncian los vecinos, de tres o cuatro han pasado a ser más de una decena en los últimos meses, entre autóctonos y extranjeros, pero el problema serio llega cuando se incorpora uno “nuevo” y es entonces cuando se producen las peleas entre ellos.
Reclaman más vigilancia
En este establecimiento afectado por el robo los conocen de tratar con ellos el último año, pero nunca habían tenido un problema así. Precisamente, lo que más indigna al propietario es que el presunto autor del atraco del domingo, con antecedentes policiales y de Jerez, haya actuado de esa forma pese a lo bien que se ha portado con él estos meses. “Es conocido, y no es de los nuevos. No tiene pinta de hacer lo que ha hecho aunque vaya mal vestido. Cuando estoy yo en la tienda y me pide agua se la doy, o un dulce para que meriende. Ese día (por el del robo), me cuentan que estuvo toda la tarde entrando y saliendo comprando gomitas y aprovechó que la chica estaba sola a punto de cerrar para robarle”, se lamenta.
Pese a todo, cree que no tienen que pagar “justos por pecadores” porque al igual que hay aparcacoches más agresivos, también hay “padres en familia en paro que vienen piden limosna y no dan problemas”. Los residentes, por su parte, pendientes de que detengan al autor de los hechos, que ya está identificado, tienen claro que esta problemática ha tocado techo. “Hemos llevado este asunto a sesión mensual de la Mesa de Seguridad del Ayuntamiento dos veces, hemos enviado escritos al delegado de Seguridad, pero no hacen absolutamente nada; se dan unas palizas de miedo entre ellos, si no les das dinero, te arañan el coche, los vecinos están hartos”, señala Francisco Jiménez, presidente del colectivo vecinal de Las Torres y de la federación local de asociaciones de vecinos La Plazoleta.
Piden que se refuerce la vigilancia “porque aquí no viene nadie” para dejar la zona libre de gorrillas y acabar con los robos de baterías y ciclomotores que se producen en la zona. Ni siquiera se plantean salir a la calle para rebelarse por temor a represalias. “Aquí saben perfectamente quien se queja y quien no, y los vecinos no quieren señalarse para no tener problemas”, manifiesta Jiménez.
Dos asaltos violentos en un mes
Este episodio se une al ocurrido a principios de mayo en la barriada, cuando un hombre mayor fue asaltado por dos mujeres que le siguieron desde que sacó su pensión del banco hasta la barriada para arrebatársela hasta tirarlo al suelo. Llevaba encima unos 2.000 euros que iba a regalar a sus hijos para que fuesen a la Feria del Caballo. La Policía Nacional informó el lunes de la detención de las dos mujeres.