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Las dramáticas lágrimas de una madre que no verá más a sus hijos

A escasos metros de su exmarido José Bretón, que ha permanecido en todo momento esposado y oculto tras una mampara, Ruth Ortiz ha explicado a los miembros del jurado sus sensaciones desde que decidió dar por finalizado su matrimonio hasta que ha llegado a la sala judicial

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  • Juicio. -

Hasta en cinco ocasiones ha tenido que detener su interrogatorio Ruth Ortiz presa de las lágrimas propias de una madre desesperada y consciente de que no volverá a ver a sus hijos.


A escasos metros de su exmarido José Bretón, que ha permanecido en todo momento esposado y oculto tras una mampara, Ruth Ortiz ha explicado a los miembros del jurado sus sensaciones desde que decidió dar por finalizado su matrimonio hasta que ha llegado a la sala judicial.


Con entereza y decisión, la madre de los pequeños Ruth y José ha descrito su relación con Bretón, al que ha calificado de "asesino en potencia" y una persona "peligrosa".


No ha cambiado el rictus cuando ha reconocido que hasta el final de su matrimonio no se dio cuenta de que era una mujer "maltratada psicológicamente".


Tampoco cuando ha dado cuenta de las "multitud" de veces que tuvo que "callarse" para evitar discutir con su exmarido y que "se enfadase". "Él decía que siempre llevaba la razón, y cuando no la llevaba, también la tenía", ha zanjado Ruth Ortiz para definir su relación.


Sin embargo, el recuerdo de sus hijos ha terminado por derrumbarla y no ha podido contener sus lágrimas al contar cómo fueron los primeros meses con Ruth y José en sus brazos y cuál era la reacción de Bretón.


Un Bretón que llegó a "apartar con desprecio" a la niña cuando se quería sentar en las rodillas de su padre o "dar una bofetada" al niño cuando no quería comerse la papilla.


Lágrimas que se han acentuado al explicar que pensó que la desaparición de sus hijos era una broma, pero que cuando Bretón se lo confirmó a las 5.00 de la madrugada del día siguiente a perderlos supo que "no volvería a verlos".


Angustia e impotencia de una madre desesperada que dejó a sus hijos con el acusado por recomendación de su abogada incluso sabiendo de que "algo podía ocurrirles".


"¿Cree usted que sus hijos están en una caja de cartón y por aquí cerca en los alrededores?", le ha preguntado su abogada. "No tengo ninguna duda", ha contestado con la voz entrecortada Ruth Ortiz antes de abandonar la sala sin ni siquiera volver la mirada hacia la mampara que ocultaba al "acusado" de matar a sus hijos.


Una palabra con la que se ha referido a Bretón para evitar llamarle padre.
Su testimonio y el de la abuela materna de los pequeños han emocionado a algún miembro del jurado y a algún funcionario de la Audiencia, que no han podido evitar las lágrimas.


Lágrimas que ha derramado en más de una ocasión Obdulia, la abuela de los pequeños, que ha comparecido en la sala con un librito, similar a una pequeña biblia, que no ha soltado de la mano con las fotos de sus nietos en el anverso y reverso.


Su testimonio ha sido muy emotivo y en todo momento se ha referido a sus nietos como "mi niños" o mis "tesoritos" sin poder contener las lágrimas, sobre todo cuando ha recordado cómo Bretón ya le avisó de que no volvería a ver a los pequeños.


Obdulia ha dejado constancia ante el jurado de cómo su hija se fue deteriorando en el transcurso de la relación y hacía "mecánicamente las cosas". Por eso, le aconsejó que acudiera a un psicólogo, consciente de que Ruth no podía más. EFE

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