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Margallo: España estará "completamente al lado" de Malí, "deseando ayudar"

El Gobierno desbloquea 2 millones de ayuda al desarrollo congelada que quiere destinarse a contribuir a la vuelta a sus casas de refugiados

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  • ENCUENTRO -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margalló, ha asegurado este domingo al presidente maliense, Diouncounda Traoré, que España está "completamente al lado" de su Gobierno de transición, "deseando ayudar" al pueblo maliense, para que alcance "una situación de justicia, de paz y de estabilidad".

   Así lo ha explicado García-Margallo a los periodistas tras entrevistarse con el presidente maliense y con el ministro de Asuntos Exteriores, Tiéman Coulibaly, a quienes ha reiterado el compromiso de España con su país, tras la crisis política y de seguridad que sufre desde hace un año.

   El jefe de la diplomacia ha recordado que el Gobierno ha dado su apoyo político a Malí "desde el primer momento" y ha comprometido su participación en la fuerza de entrenamiento de la Unión Europea y también en la formación de las fuerzas de seguridad, que actualmente se hace en Níger, y que España quiere que se extienda a Malí. Margallo ha explicado que, una vez lo apruebe la UE, España está dispuesta a participar también en esta misión.

   Además, tras la reunión, el ministro ha anunciado que se ha decidido "desbloquear" la ayuda en cooperación que se congeló tras el golpe de estado militar de marzo de 2012. En concreto, se tratan de dos millones de euros que el Gobierno español quiere destinar a ayudar a los refugiados y desplazados internos a volver a sus casas.

"NO ES UN PROBLEMA TUAREG"

   García-Margallo ha repasado la situación actual con el presidente y con su colega maliense, que le han insistido en que el problema en el norte del país "es un problema de las poblaciones del norte, no un problema tuareg", que ha venido determinado por "un doble déficit, uno democrático y otro de desarrollo de la región" y que tras la "crisis de Libia" ha acabado convirtiéndose en una "crisis de terrorismo" que "afecta a toda la comunidad internacional".

   Desde el punto de vista político, el ministro ha constatado el compromiso del presidente con el calendario que prevé unas elecciones antes del 31 de julio. Además, le ha explicado que se va a poner en marcha una comisión de diálogo y reconciliación, "de carácter inclusivo", en el que participen "todas las comunidades del norte de Malí".

   En concreto, ha señalado que se va a invitar al diálogo a las fuerzas "que hoy están en armas, siempre que se desarmen y sean nacionales de Malí". Esta segunda condición limita la invitación al Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), el grupo rebelde tuareg considerado inicialmente moderado que comenzó las revueltas; Ansar Dine, también tuareg pero vinculado a grupos yihadistas, y el Movimiento Islamista de Azawad (MIA), una escisión del primero.

   Así, se excluiría de las conversaciones tanto a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) como al Movimiente por la Unidad de la Yihad en el Norte de Africa (MUYAO), que se consideran integrados por radicales de otros países. De hecho, Margallo ha explicado que en sus reuniones ha visto "confirmado" lo que el Gobierno español ya "sabía", que "forman parte de esa fuerza elementos que hoy operan en el Sáhara Occidental".

   Otra condición para el diálogo es que el MNLA, Ansar Dine y la escisión MIA "renuncien a la pretensión de la independencia", de manera que "se mantenga la integridad territorial" de Malí. "Lo único que no necesitamos es la 'balcanización' de Africa", ha apuntado García Margallo.

   El ministro de Asuntos Exteriores maliense ha asegurado que el diálogo con estas fuerzas no ha comenzado aún. "Están todavía armados, hace falta que se desarmen", ha asegurado a los periodistas Coulibaly, que también ha descartado la autonomía como una solución".

PASO A UNA OPERACIÓN BAJO PARAGUAS DE LA ONU

   Por lo que se refiere a la operación militar para frenar a yihadistas, García-Margallo ha explicado que en "unos días" su colega maliense va a pedir a la ONU en Nueva Yor la "conversión" de la misión que actualmente lleva a cabo la Misión Africana de Apoyo Internacional a Malí (AFISMA, por sus siglas en inglés), integrada por países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) más Chad, en otra misión de "sostenibilidad" amparada por Naciones Unidos, a la que "posiblemente" se incorporarán otros países africanos, entre ellos Ruanda y Burindi.

   Por parte española, el ministro ha insistido en que expondrá ante el Consejo de Ministros la situación en la región, tras esta visita que ha servido para "tomar el pulso", para que pueda tomar las decisiones "que considere oportuna".

   Por el momento, España contribuye a la 'operación Serval' lanzada por Francia el pasado 11 de enero para frenar el avance de los yihadistas con un avión de transporte militar C130 y 50 militares, que tienen su base en Dakar, y se ha comprometido a enviar 50 militares a la misión de entrenamiento para la Unión Europea, que todavía tiene aspectos en discusión.

   En concreto, falta por cerrar quién dará la protección a los instructores en el campamento de formación que se establecerá en Koulikoró. España ha ofrecido 30 militares para esta misión, pero Francia quiere que sea un solo país el que dé toda la protección al campamento, para lo que se necesitan unos 120 militares.

   García-Margallo ha desvelado que el jefe de la avanzadilla de la misión en Bamako, el coronel francés Bruno Heulin, le ha explicado que la "preferencia" es que la fuerza de protección "sea lo más homogénea posible, que haya la menor división nacional posible para asegurar una lengua común y unas reglas de entrenamiento comunes" en los contingentes, que "van a rotar cada cuatro meses".

   El ministro ha insistido en que el Gobierno irá adoptando las decisiones sobre el apoyo militar "a medida que las circunstancias lo vayan aconsejando y la naturaleza de la misión vaya variando". "No es lo mismo AFISMA, que una misión bajo paraguas de la ONU, intentar anticipar en este momento decisiones o una conclusión, es prematuro", ha explicado.

VUELTA A LA AYUDA AL DESARROLLO

   Además de los dos millones desbloqueados, la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) tiene previsto destinar 4,4 millones de euros en ayuda humanitaria este año, el único tipo de ayuda que no se interrumpió tras el golpe de Estado. La decisión de descongelar la ayuda que estaba bloqueada permitirá la vuelta a la ayuda oficial al desarrollo.

   El ministro de Asuntos Exteriores se ha despedido de Bamako visitando un proyecto de la fundación española CIDEAL, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) que trabaja para mejorar las condiciones socioeconómicoas de  2.000 mujeres de 47 grupos comunitarios.

   En concreto, se dedica a apoyar su integración social y económica, ayudándolas a generar ingresos. Para ello, trabajan en sensibilización social, educación básica y formación técnica en actividades como costura, cerámica y cultivos agrícolas.

   Con la ayuda de este proyecto, las mujeres han logrado aumentar sus ingresos desde los 12.500 francos al mes (unos 19 euros) a los 30.000 (unos 45 euros), que consiguen con la venta de sus productos en los mercados locales.

   Tras esta jornada de contactos en Malí, el ministro de Asuntos Exteriores pondrá rumbo a Mauritania, donde finalizará su gira africana que comenzó ayer sábado en Níger, con la que trata de pulsar la situación en el Sahel y valorar si España debe incrementar su apoyo a los esfuerzos para devolver la estabilidad a la región.

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