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Cádiz

Crece por primera vez en años el número de inmigrantes que cruza el Estrecho de su vehículo

Detenido por ocultar a un inmigrante entre los asientos traseros y el maletero de su vehículo

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  • Una de las mujeres y su bebé que forma parte de los 33 inmigrantes rescatados esta mañana. -

Un total de 33 inmigrantes de origen subsahariano han sido rescatados esta mañana en el Estrecho de Gibraltar cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de tres pateras.

Según han informado Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, los rescates se han producido tras varias llamadas procedentes de los teléfonos móviles de los ocupantes de las embarcaciones que advertían de que estaban navegando a la deriva en aguas del Estrecho.

Inmediatamente, se han desplazado en la zona las embarcaciones "Salvamar Alkaid" y "Salvamar Atria" de Salvamento Marítimo, "Hermes" de la Cruz Roja y un helicóptero de Salvamento Marítimo.

La primera embarcación, una lancha hinchable de juguete, ha sido localizada a las 07.00 horas a seis millas al sur de Tarifa (Cádiz) con ocho inmigrantes a bordo, todos varones de origen subsahariano y mayores de edad, que han sido trasladados al puerto tarifeño.

El resto del dispositivo de búsqueda ha permanecido en la zona, al sospechar de la presencia de más embarcaciones debido al número de llamadas de socorro recibidas.

Poco más tarde, la lancha de la Cruz Roja ha localizado una segunda barca hinchable a siete millas al sur de Tarifa con seis inmigrantes subsaharianos, todos varones y mayores de edad.

En el mismo punto ha sido localizada también una lancha tipo zodiac, en la que viajaban 19 personas, entre ellas cinco mujeres y dos bebés, todos de origen subsahariano.

Todos los inmigrantes han sido trasladados al puerto de Tarifa en aparente buen estado de salud.

Detenido por ocultar a un inmigrante entre los asientos traseros y el maletero de su vehículo

En otro orden, la Guardia Civil ha informado de la detención de una persona acusada de un presunto delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros ya que, supuestamente, fue sorprendida en el puerto de Tarifa ocultando a un inmigrante ilegal entre los asientos traseros y el maletero de su vehículo para introducirla de forma clandestina en España.

   Según ha precisado la Benemérita en un comunicado, la actuación tuvo lugar en el punto de control habilitado para la inspección de vehículos y viajeros procedentes de Tánger (Marruecos) una vez rebasado el control documental preceptivo para la entrada en territorio nacional.

   Así, en la inspección realizada a un turismo con matricula italiana, los agentes hallaron a una persona oculta, en posición fetal, en un hueco existente entre los asientos traseros y el maletero.

   Una vez fuera del vehículo, verificaron que se encontraba en buen estado de salud y comprobaron que se trataba de un inmigrante irregular de origen marroquí, procediéndose a la detención del conductor, que ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.

Inmigrantes que se lanzan al mar en lanchas hinchables de juguete y sin el apoyo de mafias

El número de subsaharianos que trata de cruzar el Estrecho para alcanzar las costas españolas ha crecido en 2012 por primera vez en los últimos años, en una tendencia a la que se suma el aumento de inmigrantes que se lanzan al mar en lanchas hinchables de juguete y sin el apoyo de mafias.

Con el rescate  de ayer de ocho inmigrantes, entre ellos tres mujeres y un bebé, se eleverano a 1.068 (sin contar los llegados este miércoles) el número de subsaharianos atendidos por Cruz Roja en lo que va de año a su llegada al puerto de Tarifa, al que habitualmente son conducidos los subsaharianos rescatados por Salvamento Marítimo o Cruz Roja en las aguas del Estrecho de Gibraltar.

Son, de momento, 421 inmigrantes más de los que fueron rescatados y atendidos en el mismo puerto en todo 2011, en una tendencia creciente que, según han dicho a EFE fuentes de Cruz Roja, hacía años que no se daba, porque las últimas cifras oscilaban en poco más de seiscientos subsaharianos anuales.

La tendencia se ha visto multiplicada este otoño, especialmente en el pasado mes de octubre, cuando se rescataron unos 350 inmigrantes, casi un tercio del total del año y los miembros de Salvamento Marítimo y Cruz Roja rescataron lanchas casi a diario, en alguna jornada hasta seis en un mismo día.

A estos inmigrantes habría que añadir los que llegan a otros puntos de la costa española y los que son rescatados por patrulleras de la Gendarmería marroquí, que, por ejemplo hoy, ha interceptado otra patera con once inmigrantes, tres de ellos mujeres y un bebé, que han sido conducidos a Tánger.

Las explicaciones al incremento de intentos de pasar el Estrecho aún no se conocen, pero las fuentes creen que la cifra es ya destacable porque se sitúan en las que se daban en 2004, cuando las pateras no eran, como la mayoría ahora, lanchas hinchables sino barcas que transportaban más cantidad de personas.

Otras organizaciones han constatado que llegan a las costas españolas muchos inmigrantes que compran en grupos reducidos y por su cuenta lanchas hinchables de juguete para evitar pagar los aproximadamente novecientos euros que exigen, por persona, las mafias que se dedican organizar los viajes clandestinos para atravesar los escasos veinte kilómetros de mar que separan las costas de Marruecos y las de Cádiz.

Los inmigrantes que son rescatados en el camino ya han contado cómo compran en grupos pequeños estas embarcaciones de juguete en bazares del norte de Marruecos, según ha contado a EFE Israel Díaz, presidente de la Asamblea de Cruz Roja en Tarifa.

Con este método, no se libran de las trampas porque los vendedores, conocedores del fin para la que las quieren, abusan de su necesidad y se las venden a precios que oscilan en torno a los 400 euros, cuando en España estas balsas de juguete tienen un precio medio de entre 60 y 80 euros.

El método, según explican las fuentes policiales, incrementa los riesgos de la travesía, dado que navegan por su cuenta, sin la presencia de un piloto que tripule la embarcación, y en unas balsas que son de juguete y no están homologadas para navegar, ni mucho menos para enfrentarse al frecuente paso en El Estrecho de buques mercantes, lo que constituye una seria amenaza de naufragio.

Las mismas fuentes explican que los marroquíes eluden navegar en estas embarcaciones, dado que la amplia mayoría de los rescatados en las mismas son de origen subsahariano.

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