La resolución del ISM desestima el recurso interpuesto por Vázquez contra la resolución del Centro de Sanidad Marítima que lo declaró "no apto" para el trabajo de marinero por ser tartamudo al entender que "no se puede garantizar que las condiciones psicofísicas del reclamante sean compatibles con las características de su puesto de trabajo y no supongan un peligro para la seguridad y la salud del resto de la tripulación".
En declaraciones a Efe, el presidente de la Fundación, Adolfo Sánchez, ha anunciado que desde la entidad se va a recurrir la resolución por vía contencioso-administrativa y se va a llevar el caso a los tribunales ordinarios porque creen que el ISM podría haber incurrido en un presunto delito de prevaricación.
"Creo que la Justicia tiene que tomar cartas en el asunto porque creemos que lo que se está haciendo con esta persona es una absoluta indefensión y una injusticia social", ha indicado Vázquez.
En este sentido, ha explicado que desde la Fundación se va a prestar apoyo legal a Vázquez y para ello, en principio, una psiquiatra y un logopeda se desplazaran hasta El Rompido para "contar con las pruebas oportunas en que basar los recursos y la demanda contra el ISM".
Vázquez ha explicado que con su decisión el ISM ha hecho "caso omiso" de la disposición aprobada por el Consejo de Ministros el 25 de octubre de 2005 por la que se anula "cualquier cláusula de exclusión" por tartamudez para acceder a cualquier puesto de trabajo.
Rafael Vázquez, que padece una disfemia de nacimiento, superó todas las pruebas para obtener el carné de pescador, aunque no pudo pasar el reconocimiento médico en el Instituto Social de la Marina, porque, según el facultativo, tiene "tartamudez intensa y comunicación verbal difícil", algo que ahora ratifica el ISM.
A pesar de que tiene diagnosticada también una leve minusvalía psíquica, cuenta con informes de psicólogos que acreditan que está capacitado para desarrollar cualquier labor profesional.