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En la mañana del pasado 25 de mayo se comenzaron a recibir avisos en dependencias de la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera sobre la aparición de numerosas garrafas llenas de gasolina esparcidas sobre el río Iro a su paso por la localidad.
Los agentes inspeccionaron todo el margen del río, corroborando dicha información, solicitando el apoyo del cuerpo de Bomberos para retirarlas debido al peligro medioambiental que podría suponer, una acción que se alargó durante toda la mañana.
A su vez, los agentes actuantes continuaron con la inspección ante la sospecha de que en algún punto del río a su paso por el casco urbano se estuviera estableciendo un punto de suministro de combustible desde el cual surcar el río y llegar a las afueras del Caño de Sancti Petri para surtir a las embarcaciones de alta velocidad de las organizaciones criminales del tráfico de drogas.
Dicha batida tuvo su éxito al localizar los agentes la "guardería" utilizada por los narcotraficantes, una antigua granja próxima al río y en pleno casco urbano, en la que se aprehendió un total de 251 garrafas de combustible, una embarcación neumática y dos motores fuera borda, quedando con ello desmantelada.