El alcalde de Chiclana, José María Román, presidirá este sábado el acto de entrega de la Dorada de Oro con motivo de la Semana del Pescado de Estero, que en esta ocasión recaerá en Luis Chozas Rivera. Dicho acto se llevará a cabo con motivo de la fiesta popular, que se desarrollará en la plaza de Las Bodegas.
Nacido en Chiclana, Luis Chozas conoció y visitó en su infancia y juventud con mucha frecuencia, tanto en la salina Santa Teresa como el Coto de la Isleta, ambas propiedad de la familia Barberá en aquella época. Así participaba con sus padres en los despesques que Luis Barberá organizaba e iba a pescar con su padre y hermanos a las marismas que rodean dichas salinas, al mismo tiempo que plasmaba en sus lienzos temas marismeños.
Nunca pudo imaginar que más de 40 años después se introdujera en el sector acuícola restaurando una salina abandonada, pero en el año 2020, el confinamiento y la pandemia inspiró a este médico a crear una actividad al aire libre y que para nada tiene que ver con el sector sanitario y sí con el medioambiental.
Luis Chozas continúa ejerciendo activamente su profesión de otorrinolaringólogo, pero al mismo tiempo, tras su aterrizaje en el sector acuícola y medioambiental, se considera un verdadero defensor de las salinas y los esteros, ya que forman parte de nuestro patrimonio cultural y, al mismo tiempo, afirma que el Ecologismo “no solo es activismo sino también emprendimiento”.
De esta forma, ha sido responsable de recuperar la biodiversidad de una salina de 21 hectáreas con un proyecto sostenible de Economía Azul, ocupando solo un 3 por ciento de la finca en actividades turísticas sostenibles basadas en la Acuicultura, gracias a la cual se mantiene y conserva la biodiversidad en el 97 por ciento restante. Además, ha ayudado a otros emprendedores del Parque Natural de la Bahía, y por supuesto, ha dejado el legado medioambiental y conservador a sus hijas Isabel y Ángeles.
Salina Santa Teresa
En cuanto a la Salina Santa Teresa, indicar que se puede definir como un espacio gastronómico rodeado de un jardín de 21 hectáreas, donde prolifera la biodiversidad a ritmo acelerado desde su restauración hace un año y medio y donde se puede disfrutar de la naturaleza y del paisaje en todos sus sentidos. Efectivamente, ha pasado de ser una salina abandonada, en parte inundada sin control y en parte colmatada por escombros, a ser una salina bien cuidada, con acuicultura en extensivo, con una nave de tajería de sal cuyo única finalidad es ser testimonio de la actividad salinera tradicional, además de otras actividades que la hacen sostenible como es el espacio gastronómico, los baños de talasoterapia y el centro de Interpretación de la marisma, ubicado en la antigua casa salinera.
Su recuperación ha consistido en la reparación y ensanche de toda la vuelta de afuera del Caño del Molino y del Caño de Carboneros, entre los cuales se encuentra Santa Teresa; además de la construcción de 6 compuertas, 9 largaderos, muros internos, drenaje de riendas, canales, pozas etcétera... A ello se suma la restauración de la antigua casa salinera, la implantación de módulos desmontables para cocinas, construcción de talasoterapia y acometidas de suministros.
Escasamente un año y medio después de su apertura al público, Santa Teresa ha creado una marca que es conocida ya en gran parte de la provincia y fuera de ella, todo fruto de la gran aceptación popular de un proyecto medioambiental que tiene por finalidad, además de la gastronomía tradicional, difundir mediante visitas guiadas, tanto a turistas como colegios, el medio natural es decir las marismas y las salinas con toda su biodiversidad recuperada. Cada día prolifera en Santa Teresa, no solo el cultivo de peces, la acuicultura, gracias a las ricas aguas que la alimentan a través del caño del Molino, sino la población de aves, y concretamente las especies protegidas.
En cuanto a la acuicultura, en sus esteros se crían todas las especies tradicionales: doradas, lubinas, lisas, anguillas, camarones, ostiones y el famoso langostino de Chiclana, que ya tiene marca registrada y que en Santa Teresa consigue un tamaño algo superior que el langostino de estero tradicional.
Si bien Santa Teresa actualmente es gestionada por Isabel Chozas Rendón, graduada superior en Gastronomía en el Basque Culinare Centre de San Sebastián, responsable de la Gastronomía y de toda la gestión de la empresa, y por Ángeles Chozas Rendón, graduada en Educacion infantil y Primaria, responsable de la Gestión del Medio Natural, fue su padre Luis Chozas Rivera quién tuvo la idea de recuperar una salina para hacer un proyecto de Economía Azul, a principios de 2021.
