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Blanca Flores presenta mañana Cien poemas’ de Julio Mariscal

La escritora gaditana da a conocer la nueva antología de poemas del autor arcense en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal

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  • Cartel de la presentación -

La escritora gaditana Blanca Flores presenta mañana, a las 19.30 horas en el Centro de Interpretación del Vino y de la Sal de Chiclana ‘Cien poemas’, de Julio Mariscal, una antología de poemas del escritor arcense que ella misma ha editado para la editorial Isla de Siltolá, una compilación de versos que resume la trayectoria literaria de un poeta maldito, que sigue teniendo vigencia 50 años después de su muerte.

Bajo el título de ‘Un otoño y cien poemas’, en la presentación chiclanera de esta obra, organizada por la Fundación Fernando Quiñones, intervendrán los cantautores Paco Luque y Javier Salmerón, así como la respetada intérprete Inma Márquez, que alternarán canciones basadas en versos de Mariscal con las de otros autores de la provincia, como es el caso del propio Fernando Quiñones. Por otra parte, Blanca Flores dialogará en torno al libro con los escritores y periodistas Aida Rodríguez Agraso y Juan José Téllez, siendo la entrada al acto libre hasta completar aforo.

Nacido en Arcos de la Frontera, en 1922, Julio Mariscal escribe en 1953 su primer libro ‘Corral de muertos’. En 1955 aparece el segundo, ‘Pasan hombres oscuros’, y tras él van apareciendo ‘Poemas de ausencia’, ‘Quinta palabra’, ‘Tierra de Secanos’, ‘Tierra’, ‘Último día’, ‘Corral de muertos’ en edición ampliada (1972), ‘Poemas a Soledad’, y ‘Trébol de cuatro hojas’. Años después de su temprano fallecimiento se publicó una recopilación de poemas inéditos creados en 1974, ‘Aún es hoy’.

Julio consagró su vida a la enseñanza, la poesía y el flamenco. En sus poemas le canta al amor y a la tierra, a Dios y al hombre, a la madre y a la mujer, al trabajo duro y a la muerte. Poeta triste y melancólico, sus méritos intelectuales y humanos no le fueron reconocidos durante su existencia, sufriendo la marginación de la sociedad de la época.

Muere el 29 de noviembre de 1977. Un día más tarde, "...bajo una lluvia sublime copiada de los ojos de sus amigos", según relata Pedro Sevilla, Julio volvió a la tierra, donde encontró la paz, y descansa en el cementerio de San Miguel de su pueblo natal.

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