Hace unos meses, una exposición reunía en la ciudad polaca de Worclaw la obra de dos artistas que han consagrado al grabado la mayor parte de su trabajo. Vinculados ambos a este ilimitado ámbito creativo, no es de extrañar que acabaran coincidiendo en esos vericuetos del arte y de la vida y fruto de aquel encuentro nacía la exposición conjunta ‘Opening’. Tras aquella experiencia, ambos maestros grabadores, Przemyslaw Tyszkiewicz y Juan Candón, vuelven a cruzar sus caminos en Chiclana a través de la exposición ‘Reencuentro’, que cita a dos trayectorias distintas y complementarias que ofrecen una rica visión, tan flexible como amplia, acerca del grabado.
La puesta de largo de la muestra, que ha tenido lugar este miércoles en la Casa Briones, ha contado con la presencia de la delegada de Cultura, Susana Rivas; el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, así como de los dos artistas que protagonizan la exposición, que estará abierta al público en el Museo de la ciudad hasta el 29 de septiembre.
Susana Rivas ha señalado que “a través de esta muestra queremos darle la importancia y la presencia que se merece al grabado contemporáneo, quizá uno de los grandes desconocidos dentro del arte, sobre todo por ese trabajo tan minucioso y tan detallado que tiene su elaboración. Además, con esta muestra, que cuenta con los nombres propios de Juan Candón y Przemyslaw Tyszkiewicz, damos continuidad a la exposición de grabado que ya pusimos en marcha el pasado año. Por mi parte, darle la enhorabuena a ambos artistas por la calidad y la originalidad del trabajo que aquí exponen, que no va a dejar indiferente a nadie”.
En un escueto inglés, Przemyslaw Tyszkiewicz ha mostrado su felicidad por exponer en Chiclana y ha dado las gracias a Jesús Romero, Susana Rivas y “mi gran amigo Juan Candón” por poder exponer en el Museo. Por su parte, Candón ha explicado que cada una de las obras de su compañero “tienen un largo proceso de elaboración, pues grabar una plancha de estas características puede alcanzar los siete u ocho meses de trabajo. Respecto a mis grabados, tengo que decir que son fruto de una mudanza. Me negué a tirar tantísimo papel como tenía en mi anterior estudio y decidí darle una segunda vida a muchos de los grabados que tenía. Algunos son de nueva creación, pero la gran mayoría son de estampas que ya tenía y que me negaba a tirar. Así que las reutilicé dándoles una tercera dimensión”.
Dos artistas, dos caminos
De Juan Candón, presente hace un par de años en el Museo con ‘Maestros del Grabado Contemporáneo”, ya conocíamos sus dos vertientes; su obra plástica y su labor docente, en la que dicha docencia no descuida la investigación incesante que, sin duda, renueva conceptual y procedimentalmente su obra plástica. Muestra de ello, estos grabados en originales composiciones volumétricas con que vuelve de nuevo a sorprendernos. Procedente del ámbito de la imprenta, se comprende que su talento artístico hallase cauce en el mundo de la estampación, mundo que él lleva por derroteros varios hasta límites insospechados, llegando a aportar a la vestedad del mismo técnicas propias como el celograbado.
Tras un largo periodo de formación teórica y práctica, Juan Candón decidió encaminar sus pasos a la divulgación y la enseñanza de cuanto había aprendido entrando, en 1998, a formar parte del profesorado interino de Grabado en la Escuela de Arte de Cádiz. En 2008 se hizo por oposición, y con el número uno, con la plaza titular de esta disciplina, una disciplina que exige dedicación total y que no admite “grabadores domingueros”, en palabras de Candón. Y aunque su labor creativa cursaba en paralelo a su labor docente, es a partir de 2006 cuando su faceta creativa arranca con especial fuerza dando creación a la edición de series que han recorrido la geografía nacional e internacional. Una de sus últimas series, la dedicada a Durero, se encuentra entre las obras seleccionadas por la Biblioteca de Madrid para sus fondos.
Por otro lado, nos llega la obra del reconocido artista polaco Przemyslaw Tyszkiewicz, uno de los más grandes maestros del grabado en su país, autor de obras de impecable factura, en las que la recurrencia de temas y modos transmite la madurez creativa de un artista en plenitud. Tras los grabados que ahora expone, la excelencia de un dibujo de primera categoría y el indiscutible dominio técnico de quien conoce y cuida al detalle cada estampación.
Aunque la actividad como grabador de Tyszkiewicz despertó ya interés en los años ochenta, fue a raíz de la concesión, en 1999, del Premio Daniel Chodowiecki de la Fundación Günter Grass cuando la obra del artista recibió el pleno reconocimiento del que sigue gozando dentro y fuera de las fronteras de Polonia, su tierra natal.
Trabajador incansable que da, en la concepción e impresión de series temáticas, lo mejor de sí, nos acerca en esta nueva exposición temporal del Museo de Chiclana una interesante muestra de éstas que bien sirve para adentrarnos en su mundo conceptual y en su lenguaje, en su honda semántica y su adecuadísimo léxico plástico, hermanamiento perfecto de significado y significante que nos adentra en un universo tan personal como extraño en el que un dibujo claro y figurativo se torna, por lo inesperado de la composición, esquivo e inquietante.