Por favor, tocar. Todas las obras expuestas en esta exposición pertenecen al propio artista, quien aconseja tocar las obras como experiencia expositiva para apreciar la energía acumulada en ellas durante el proceso creativo”.
Con esta invitación, desacostumbrada en el mundo del arte y extraordinariamente original, se presenta en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal la nueva exposición del artista local Pedro Barberá. Una muestra que, como resalta el propio autor, “busca ir más allá, interactuando con el visitante a través del tacto. De forma muy especial con las personas invidentes”.
Así, con el mar y sus ‘habitantes’ (muy en especial el atún) como gran fuente de inspiración, Barberá expone obras que alcanzan hasta los tres metros (alguna, incluso más) y que, como resalta, “son el resultado de un proceso creativo en el que se producen puntadas de hasta 2.500 grados, numerosos cepillados, etc. Acciones de extraordinaria energía, que se perciben a través del tacto”.
“La idea es que el visitante”, apunta, “se vea inmerso desde el principio en el mar”. Un mar muy característico, “formado por colas de atún, cetáceos, caballitos de mar, tiburones, etc.” y que se completará con la exposición de la maqueta de uno de los nuevos proyectos de Pedro Barberá, el icono de la Ruta del Levante.
“Se trata de una gran espiral, que busca enzalzar las muchas bondades que este viento, tan nuestro, ha reportado a la zona”. Escultura a la que pretende aportar sonoridad.
Esta exposición, que se presenta bajo el título de ‘El señor de los mares’, completa su trilogía artística, de la que también forman parte ‘El señor de los atunes’ y ‘Los monstruos marinos’. “Aquí está gran parte de mi obra, ese universo que, en torno al mar y sus peces, he ido creando a lo largo de los años”.