La fuente del Milenio fue, sin duda, el escenario clave de la fiesta, pero hubo también quien no quiso perder la oportunidad para que la estatua del algecireño más ilustre también ostentara orgullosa los símbolos nacionales.
La fuente del Milenio es el equivalente local a la Cibeles o Neptuno, pero estos dioses de la mitología dejaron ayer un lugar de excepción para otro Dios, el de las cuerdas, que se convirtió de forma espontánea en un símbolo más del triunfo en el Mundial exhibiéndose en las calles de la ciudad.