Campus El Sabio, que ya explota un colegio privado junto al campo de golf de Guadabajaque, ha trasladado una oferta al Ayuntamiento para asumir la construcción de un equipamiento deportivo en una parcela anexa de titularidad municipal, comprometiéndose además a abonar un canon de 1,2 millones de euros por un periodo de 30 años.
La Mesa de Contratación del Ayuntamiento ya ha propuesto la adjudicación a esta sociedad de la concesión administrativa para la utilización privativa, la ejecución de la obra y la explotación del complejo deportivo de Matacardillo que sacó a licitación el pasado mes de abril, toda vez que la suya ha sido la única oferta presentada y que además cumple con todos los requisitos recogidos en el pliego.
Una vez finalizado el periodo de concesión de 30 años, las instalaciones revertirían en el patrimonio municipal.
El solar dispuesto para el desarrollo del complejo deportivo tiene forma trapezoidal y se encuentra entre las calles Dinamarca y Suiza. La parcela está sin edificar y carece de cualquier tipo de vallado, abundando en ella las retamas propias de la tierra. Está clasificada como suelo urbano y calificada como equipamiento público.
El Ayuntamiento imponía al adjudicatario una serie de actuaciones que consideraba imprescindibles. De entrada, será necesario dotar a ese complejo deportivo de una piscina para la práctica de deportes acuáticos, asumiendo el licitador el compromiso de que esa instalación sea cubierta y disponga de ocho calles.
También se exigía la construcción de una pista multideportiva (baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol sala) y de otra de atletismo para entrenamientos.
Campus El Sabio se compromete a construir un campo de fútbol 11 (compatible con fútbol 7) con medidas reglamentarias y de césped artificial homologado. De igual modo asumirá la construcción de una pista de atletismo de tartán de al menos cuatro calles y 400 metros de cuerda, complementada con un foso para saltos.
El equipamiento contará también con zona de vestuarios y aseos, oficinas, bar y cafetería; además de plazas de aparcamiento.
El objetivo de este procedimiento no era otro que el de “satisfacer la amplia demanda de servicios e instalaciones deportivas al aire libre existente en la zona sur de la ciudad”.
Se recurrió a la fórmula de la concesión administrativa “debido a la ausencia de los recursos materiales y humanos propios para llevar a cabo la gestión directa de la construcción y explotación del equipamiento deportivo”.
