Al azul de las aguas de La Barrosa y el dorado de su arena se une estos días otro color que ha llegado para quedarse. Un color que aterriza no exento de debate, con un año de retraso sobre las previsiones y que, fundamentalmente, Chiclana, su ayuntamiento, incorpora para que los millonarios gastos que comporta el mantenimiento de todos los servicios e infraestructuras de la zona litoral en temporada alta “no recaigan, única y exclusivamente, sobre los chiclaneros”. Así lo destaca el delegado municipal de Movilidad, José Vera, que defiende que estamos ante una Zona Naranja mucho más ‘blanda’ que las que llevan años implantadas en otras poblaciones de la provincia de Cádiz.
"Las tareas de pintado de las plazas se han iniciado a comienzos de esta semana y continuarán a lo largo de todo el mes de mayo, con la idea de que, como se ha aprobado”, recuerda, “la Zona Naranja esté operativa desde el 1 de junio hasta final del mes de septiembre”.
Entrada en funcionamiento que, no obstante, dependerá de la colocación del conjunto de la señaltítica (vertical y horizontal) y, muy en especial, de la instalación de los parquímetros (en torno a 60), “que ya han sido encargados por la empresa que gestionará la Zona Naranja (AUSSA)y que, esperemos, puedan estar operativos el 1 de junio o, en su caso, los primeros días del mes que viene”.
“Como es conocido”, señala José Vera, “la parte administrativa se completó tras la resolusión a nuestro favor del recurso que planteó una empresa y que, finalmente, hizo imposible su implantación la temporada pasada; de modo que solo nos queda culminar la parte operativa”.
Aunque, una vez que se culminen las labores de estructuración y pintado, el número podría variar un poco más arriba o más abajo, José Verá apunta que “lo previsto es que las plazas de estacionamiento que estén bajo el paraguas de la Zona Naranja sean 8.757”; todas localizadas en ‘primera línea de playa’.
“Con la puesta en funcionamiento de la Zona Naranja, entre otras cosas, lograremos que exista más movilidad y que no se den los episodios, frecuentes, de ‘coches lapas’, que, como hemos podido comprobar, venían ocupando estacionamientos durante largos periodos de tiempo”.
No obstante, más allá de este beneficio, José Vera resalta que, “como ha señalado el alcalde muchas veces, esta medida persigue sobre todo que los grandes gastos a los que tiene que hacer frente la ciudad en temporada alta, con picos mensuales de población que alzanzan los 250.000 habitantes, no recaigan solo sobre el bolsillo de los chiclaneros”.
“Enlaza un poco sobre las cifras que dio el alcalde recientemente sobre población censada y atendida”.
“Tenemos”, recuerda, “una población censada de 92.000 personas, pero, según se desprende de los estudios de recogida de residuos, estamos hablando de 150.000 de media al año y 250.000 en los mesesde verano”.
“Y”, subraya, “los 92.000 censados, vía impuestos, creemos que no deben mantener solos todos los gastos de los servicios que conlleva una época tan particular como el verano para nuestra ciudad”.
“Pensamos que no es justo y que, por tanto, se debe producir la colaboración de esas otras personas que se benefician de lo que les ofrece la ciudad”. Contribuir “un poquito” Gastos a los que también deben contribuir las personas que “vienen a Chiclana a trabajar gracias a las excelentes posibilidades de empleo que les ofrece nuestra ciudad y, en especial, nuestros sectores hotelero y hostelero”.
“Creemos que, como le hemos trasladado a los sindicatos, no pasa nada porque aporten un poquito; concretamente, un euro al día. Pago que, frente a las tarifas de otras ciudades, se antoja casi ridículo”.
No obstante, José Vera señala que, “una vez concluya la temporada, realizaremos el correspondiente análisis para ver cómo ha ido la cosa y seguir mejorando”.
“Chiclana”, recuerda, “es la última ciudad que se incorpora a la Zona Naranja, que lleva muchos años implantada en localidades como Cádiz, El Puerto de Santa María o Jerez de la Frontera, donde cualquier ciudadano chiclanero se ve cuando va en la obligación de pagar aunque vaya a trabajar”.
Cabe recordar que ahora se cumple un año desde que el Pleno de la Corporación Municipal aprobó con el voto favorable del Gobierno, el voto en contra del Partido Popular y la abstención de Vox (salvo el edil Francisco Palmero, que votó en contra en el punto 2) los expedientes relativos a la aprobación definitiva de la modificación de la Ordenanza del Servicio Público de Ordenación y Regulación de Aparcamiento (ORA), así como de la ordenanza fiscal Número 28, para la puesta en marcha de la Zona Naranja en la zona de la costa durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
Residentes, cero coste
El pago de la Zona Naranja en la zona litoral no va a afectar de ningún modo a los vehículos matriculados en Chiclana, que no tendrán que abonar absolutamente nada por estacionar en la zona litoral. “Por tanto”, apunta José Vera, “ya sea para trabajar, ir a la playa o a cenar a un restaurante, las personas con sus coches matriculados en Chiclana no pagarán absolutamente nada por estacionar en la Zona Naranja”.
Segunda residencia
“Hemos creado una serie de bonificaciones para personas no residentes en nuestra ciudad, entre ellas, los que tienen su segunda residencia en la zona de costa y que, vía impuestos, ya realizan una aportación a los gastos de la ciudad”, recuerda el delegado municipal de Movilidad. Concretamente, para poder estacionar los cuatro meses de verano, estas personas deberán adquirir un bono de 30 euros.
Trabajadores de la zona litoral
Las personas que tengan que estacionar en la Zona Naranja por motivos de trabajo, mayoritariamente pertenecientes a los sectores hotelero y hostelero, abonarán un euro al día, 120 el total de la temporada. Además, se habilitan los autobuses lanzadera para trabajadores de la zona hotelera, pasando por las bonificaciones en el uso del transporte público, que pueden alcanzar hasta el 80 por ciento del precio del billete ordinario.
