Algeciras, y en especial el barrio de Pescadores, llora hoy la muerte del padre Andrés, el sacerdote que durante más de cuatro décadas ejerció en la parroquia de San Pedro y San Francisco Javier.
Nacido en Robredo-Sobresierra, en la provincia de Burgos, en 1941, ha pasado más de la mitad de sus ochenta años de vida en Algeciras, donde ha sido siempre muy querido, sobre todo en el barrio de Pescadores, donde el párroco también estaba al frente de la casa de acogida La Esperanza.
Fue precisamente el cierre de la misma lo que provocó su distanciamiento con el Obispado, que terminó por cesarle de la parroquia. Finalmente se retiró a Sevilla, donde pasó sus últimos años.
Andrés Avelino González Pérez, algecireño de adopción, siempre presumió de no usar sotana y se consideró un cura obrero. En 2008 Algeciras reconoció su labor otorgándole la Medalla de la Palma.
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha trasladado su pesar, tanto a título personal como en nombre y representación del Ayuntamiento, por el fallecimiento.
El primer edil ha querido rendir tributo a la memoria del sacerdote recordando “su intenso compromiso social, que nunca abandonó y compatibilizó con su ministerio pastoral. Se dedicó en cuerpo y alma a ayudar a quienes más lo necesitaban, no solo en su barrio y su feligresía, sino que se convirtió en un importante apoyo para quienes llegaban desde otros países empujados por la necesidad”.
“El trabajo con los inmigrantes y la gestión de la casa de acogida La Esperanza, anexa a la parroquia, centraron su trabajo, y eso le valió la gratitud de muchos, así como el reconocimiento de la ciudad, lo que se materializó en la concesión por parte del Ayuntamiento de la Medalla de la Palma en el año 2008”, indica la primera autoridad municipal.
“Aunque burgalés de cuna, fue un algecireño de adopción, corazón y convicción, por lo que todos sentimos su marcha, especialmente quienes le conocimos bien y tuvimos la suerte de participar el 26 de junio de 2018 en la Parroquia de la Santísima Trinidad en la Eucaristía que sirvió como despedida de su sacerdocio. Por ello enviamos a sus familiares, amigos y compañeros en el Presbiterio nuestro abrazo más sentido en estos momentos de tanto dolor”, finaliza el alcalde.