“El acoso y el ciberacoso son formas de violencia contra las que todos los niños y niñas tienen derecho a estar protegidos”. Este es el lema que ha llevado a la asociación Mayor Net a iniciar en los colegios del Campo de Gibraltar una actividad para enseñar a los escolares a estar alerta este peligro. Mayor Net lleva tres años trabajando con los chavales a través de las ofertas educativas municipales y en el pasado curso llevó sus actividades a más de 60 centros educativos de Algeciras, San Roque y La Línea de la Concepción, lo que le posibilitó hacer un trabajo de campo e interactuar con cerca de 4.000 niños y niñas de 10 a 12 años.
Gracias a estas actividades, Mayor Net obtuvo información que le permitió saber de primera mano y en el lugar, datos que indicaban que cosas se podrían corregir para prevenir el acoso escolar y el ciberacoso que el presidente de la entidad, Ángel Corbalán, asegura que comienzan, cada vez más a edades tempranas. A partir de los 7 años.
Mayor Net elaboró un informe dirigido a autoridades y docentes. En él, aportaba datos estadísticos de algunos errores y daba recomendaciones hacer cosas para corregirlos a través de actividades, sobre todo de información, tanto para docentes, familias y alumnado.
De esta experiencia nació el proyecto “Stop Bullying y Ciberbullying”, en el que no sólo quiere asesorar a los niños, sino también dar unas pautas de comportamiento a los padres para que ellos estén alertas y sepan cómo actuar con sus hijos.
“El proyecto comenzó para asesorar a padres, madres y tutores de escolares. Sabíamos del alto porcentaje de analfabetismo digital en esa franja de edad de adultos en nuestra comarca, a través de un estudio de campo que llevábamos haciendo desde el 2012. Sin embargo, desconocíamos datos importantes como los hábitos del alumnado en los centros escolares y con las nuevas tecnologías. Sabíamos de antemano que los menores de esta generación, que cariñosamente llamamos del ciberchupete y que nacieron después de Facebook, utilizaban como juguete desde pequeños algo que no conocían, ni le habían enseñado a hacerlo de manera responsable un tutor o sus familiares. Los padres le regalaban un teléfono móvil como un juguete más en una etapa en la que el niño se está formando y todo lo absorben”, asegura.
Corbalán advierte que las nuevas tecnologías no son juguetes inofensivos, sino herramientas que si no se toman precauciones, pueden ser peligrosas para un menor.
Según el estudio de Mayor Net, el 12 por ciento de los menores de la comarca están expuestos a estos peligros. Y es que cada vez son más los niños y niñas que interactúan en las redes sociales ya sea con un Smartphone o de una tablet.
Los miembros de Mayor Net han trabajado a través de la oferta educativa con niños y niñas de quinto y sexto de Primaria de cincuenta colegios de La Línea, Algeciras y San Roque, donde a través de juegos y proyecciones se les ayuda a identificar situaciones de acoso y cómo prevenirlas. Y gracias a estas actividades han obtenido datos, como que el 82 por ciento de estos chavales han utilizado el WhatsApp de grupo de sus madres para contactar con otros niños o niñas. Un ochenta por ciento de estos escolares ignorar qué hacer ante un caso de acoso escolar e incluso no saben que es el acoso verbal, el físico, el social o el sexual.
El 72 por ciento de estos niños, con edades de 10 a 12 años, disponen de un perfil en las redes para mayores de 14 años y además han asegurado que se los han facilitado sus padres. Además, agrega Corbalán, el trabajo de Mayor Net con personas adultas, le lleva a asegurar que el 70% de los adultos de la comarca que actúan en redes sociales no saben o no se protegen en los perfiles.
Para Corbalán, se trata de una realidad preocupante que hay que remediar y entiende que la mejor forma de luchar contra el acoso escolar es la prevención.
“Es hora de agitar el árbol y prevenir. Adelantarnos y evitar próximos casos de acoso escolar y reducir los actuales. Esto, no funciona si no aplicamos sinergias y programas entre centros, docentes y se implican, como no podría ser de otra manera las familias. No valoran el apoyo del docente y luego, cuando ya es tarde, lo lamentan. Hay que trabajar en la misma dirección e intercambiando informaciones para el bien de nuestra sociedad de hoy y la del mañana. Los niños y niñas, generalmente, no nacen víctimas o agresores”, asegura.