Tras la denuncia vecinal hecha pública a través de VIVA CAMPO DE GIBRALTAR la semana pasada por el estado de abandono del área protegida que engloba La Laguna de Torreguadiaro, esta redacción ha podido averiguar y conformar, a través de la Demarcación de Costas que el mantenimiento y conservación, una vez concluidos los trabajos que acometió hace más de una década ese departamento del Ministerio de Medio Ambiente, corresponden al Consistorio sanroqueño, “igual que a cualquier otro ayuntamiento que se encuentre en situaciones similares”, precisaron.
Lo cierto es que los resultados, si es que se hace algo desde el gobierno municipal, no se notan.
En varias ocasiones en la última década los vecinos (a través de la Plataforma de la Calle de la Torre y de la Iglesia) han presentado escritos en los que han pedido que se arreglen los colectores, que se limpiara la laguna y que se arreglara el paseo que la rodea. La suciedad que desde hace años tiene la balsa natural de aguas, considerada bien de interés, deriva según los vecinos, de las aguas tóxicas que proceden de los colectores.
