El corte temporal de suministro anunciado por Endesa y el Ayuntamiento para el pasado martes por la noche tuvo menor radio de incidencia del esperado, pero los daños causados al comercio de la ciudad fueron igualmente elevados.
Según pudo saber este diario, sólo la propia calle San Antonio, donde se instalaba el transformador, así como unos pocos bloques de viviendas y restaurantes de las calles Alfonso XI y Sáenz Laguna se quedaron sin luz. Para el resto de restaurantes y pubs que esperaban el corte en las calles Trafalgar, Regino Martínez, avenida Capitán Ontañón y plaza de Verboom las pérdidas llegaron por las medidas preventivas.
Así le ocurrió a Juan José Moreno, propietario del Mesón Camarote, de la calle Trafalgar, quien se lamentaba de que “cerré hacia las nueve de la noche, teniendo que advertir a dos mesas que tenía ocupadas”. Además, tuvo que desechar toda la comida refrigerada, salvo parte de la carne, pescado y el marisco, que se llevó a casa para aprovecharlo “porque era una lástima”. Indicaba que “eran las once y media de la noche y por aquí todavía tenían luz”.
En el caso de Rafael Gil, del pub Sixties, reconoce que el anuncio de Endesa obligó a “alterar los turnos de noche de los empleados, y a las nueve de la noche servía las copas a mis clientes y les advertía que de un momento a otro nos podríamos quedar sin luz”.
Igualmente, salas de ocio y otros locales de la avenida Capitán Ontañón y alrededores comentaban que, si bien estaban preparados para el corte de luz y mantuvieron en su mayoría los aparatos apagados, no se vieron afectados.
Raúl Sotillo, encargado de un restaurante en la calle Alfonso XI, no llegó a abrir en la noche del martes. Calcula las pérdidas de esa noche en unos 600 euros. En su caso, el corte de luz sí que llegó a afectar al local, pero ya tenía todos los aparatos apagados. Para este hostelero, “podrían haber emprendido los trabajos a las doce de la noche y perjudicado menos a los restauradores”.
Menos suerte tuvo Francisca Aracena, propietaria de una charcutería de Sáenz de Laguna. “Llamé a Endesa y me aseguraron que el corte no me afectaría, así que dejé la vitrina encendida y cuando volví esta mañana me la encontré apagada”. La comida estaba estropeada y la máquina refrigeradora, inservible. La mujer se está planteando reclamar.
Residentes
Los vecinos del bloque 18 de la calle Alfonso XI fueron algunos de los afectados por el corte de luz de 10 horas que provocaron las obras de mantenimiento de Endesa en la zona centro.
Joaquín Vázquez, ingeniero residente del 5ºB, indicó que “ya estábamos prevenidos. Hicimos acopio de linternas y pusimos iluminación a base de velas”.
En lugar de salir a la calle para comer, decidieron cenar “alimentos fríos”, ante la imposibilidad de utilizar la vitrocerámica para cocinar. La falta de televisión la suplieron “poniendo películas que teníamos grabadas aprovechando la batería del portátil”, mientras combatían el frío únicamente con mantas.
Otros vecinos, como uno en un bloque de Sáenz Laguna, decidieron ir a casa de familiares para poder cenar caliente y no pasar frío.