El Premio Progreso nace en el año 2004 gracias a un acuerdo de colaboración entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (FUDEPA). Este certamen tiene como finalidad reconocer la iniciativa, originalidad e innovación de los proyectos desarrollados por los gobiernos locales que contribuyan al bienestar de los ciudadanos de su territorio. Además, se plantea como un foro idóneo para el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre todos los participantes, y, por otro lado, pone de relevancia la importancia de los gobiernos locales en el modelo social y económico actual.
Este premio, que contempla numerosas categorías de concurso, busca distinguir la iniciativa, originalidad e innovación de las acciones desarrolladas por las entidades locales para, posteriormente, difundir esos proyectos por todo el territorio andaluz, poniendo especial énfasis en la creación de empleo y en el desarrollo social y económico de los municipios.
El galardón, que se entregará el próximo lunes en la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, reconoce este trabajo en la modalidad de Cultura y Educación para municipios de más de cincuenta mil habitantes. Y su jurado destaca la “calidad e innovación” de este proyecto.
Sobre el recurso socioeducativo galardonado, Fernández ha explicado que “a través de este proceso educativo excepcional se promueve la responsabilidad y el protagonismo del alumnado de entre 15 y 16 años mediante el contacto directo del aprendizaje de una profesión u oficio”. Así, en Chiclana, los alumnos inscritos en el Proyecto de Reinserción Educativa, impulsado por la Delegación Municipal de Educación, comenzarán este mes de enero a combinar su formación en los centros docentes con una prácticas de aprendizaje de un oficio a través del contacto directo con una empresa local, en función de sus preferencias profesionales.
Este proyecto está dirigido a un alumnado cuyas características se pueden resumir en riesgo de abandono del sistema educativo; muestra de interés por algún oficio, tener entre 14 y 15 años (Educación Secundaria Obligatoria); la superación del período de prueba, realizando satisfactoriamente diversos talleres Educativos; la aceptación y responsabilización de los compromisos de asistencia y buen comportamiento; así como reincorporarse al centro docente, a través de las distintas vías de la educación reglada. Todo ello con el objetivo de evitar el abandono escolar, abriendo nuevas expectativas de formación y facilitando el acceso a una vida laboral cualificada, manteniendo asimismo abierta la posibilidad de obtención de la titulación básica.
