Cuando llegaron al lugar, la vivienda en estado de abandono estaba completamente en llamas y el humo salía por la puerta y las ventanas. Los efectivos comprobaron que la casa se encontraba a una distancia segura de las viviendas de alrededor y comenzaron de inmediato las tareas de control y extinción del incendio.
Tras sofocar el fuego, para lo que fueron necesarios 3.000 litros de agua, el operativo procedió a ventilar y refrescar la zona. Las llamas dañaron todo tipo de enseres en estado de abandono, como muebles de cocina o una taquilla metálica. Además, el fuego provocó la ruptura del techo. No se han producido daños personales, ni tampoco había personas en el interior en el momento del siniestro.