Esperas de más de veinte minutos, colapso, desesperación. Son algunos de los problemas que vienen sufriendo desde hace varias semanas los usuarios de la línea 2 de autobuses urbanos en la capital gaditana. Las obras que se están llevando a cabo en el Campo del Sur para solicionar las filtraciones del aparcamiento y para la colocación de las bandas de rodadura desde Sagasta hasta la rotonda de Cornelio Balbo, al final de la avenida Amílcar Barca, están provocando estos desbarajustes en el tráfico.
“Llegar en autobús es desesperante en hora punta. A las 14.00 horas la cola de coches es inmensa, he llegado a verla llegar hasta CCOO en la avenida”, asegura Inmacula Jarillo, una de las usuarias de esta línea afectada por los atascos. “Creo que no se ha contado con la ciudadanía y no se nos ha tenido en cuenta a la hora de planificar a los que hacemos uso del transporte público”. Jarillo, quien tiene que desplazarse a diario desde el casco histórico hasta el barrio de Loreto por motivos laborales, ha llegado incluso a presentar una reclamación en el Ayuntamiento gaditano para que quede constancia de una situación que es compartida por otros usuarios. “La situación actual dificulta que muchos usuarios podamos llegar a tiempo a nuestro puesto de trabajo, incluso saliendo más de una hora antes de nuestras casas”, añade.
“Yo tengo que dar toda la vuelta para llegar a casa por culpa de la circulación en una sola dirección del autobús. Hubiera sido tan fácil como habilitar un cambio de sentido en el Mora o en Simón Bolívar”, cuenta José Delgado, otro usuario.
Por su parte, M. P., vecino de la ciudad, achaca los problemas derivados de la obra a “una mala planificación” por parte del equipo de gobierno y de los técnicos. “Recuerdo aquello de ‘7x7’, que incluían en el programa, y que venía a decir que eran siete minutos de espera por siete de trayecto, y ahora mismo está en 27 por 27, es muy desagradable”, comenta.
Desde el Ayuntamiento, el concejal delegado de Urbanismo y Mantenimiento Urbano, Martín Vila asegura que “es una obra que afecta a casi kilometro y medio de circunvalación que no tiene alternativa, de ahí que se haya utilizado un semáforo para que no se perdiera el tráfico ennningun sentido”.
Añade que “al inicio de la obra hubo tambien quejas porque se eliminó un sentido. Así que quedan cuaro meses aproximadamente de obras, en los que iremos ajustando los tiempos para mejorar y resolver inconvenientes, pero hemos de pedir comprensión”. “Vamos a dejar atrás los socavones, los baches, las barreras... para tener un Campo del Sur en condiciones”, concluye Vila.