El tiempo en: Chiclana

Cádiz

Muere el padre de la revolución verde y la agricultura moderna

El científico, doctor en patología vegetal y premio Nobel de la Paz en 1970, Norman Ernest Borlaug, considerado el padre de la revolución verde y de la agricultura moderna, falleció en Texas (Estados Unidos) a los 95 años de edad, según informaron ayer medios estadounidenses.

Andaluc�a Informaci�nPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
El científico, doctor en patología vegetal y premio Nobel de la Paz en 1970, Norman Ernest Borlaug, considerado el padre de la revolución verde y de la agricultura moderna, falleció en Texas (Estados Unidos) a los 95 años de edad, según informaron ayer medios estadounidenses.

Borlaug, quien fue distinguido con el Nobel de la Paz por sus esfuerzos por combatir el hambre en el mundo, murió la noche del sábado en su domicilio familiar en Dallas debido a un cáncer, según los medios.

Convencido de que “no habrá paz en el mundo con los estómagos vacíos”, el genetista innovó en el campo de las semillas híbridas y defendió la investigación como único medio para reforzar la producción de alimentos.

Ese empeño por introducir semillas híbridas en países en vías de desarrollo, como India y Paquistán, que guió su vida, así como sus diversas innovaciones agrarias, las cuáles contribuyeron a combatir la inanición en el mundo durante la segunda mitad del siglo XX, fueron honrados por el Comité de los Premios Nobel.

Borlaug, en activo durante toda la pasada década en defensa del uso de la biotecnología para luchar contra el hambre y en proyectos para aliviar la pobreza, comenzó su investigación sobre productos fitosanitarios en su época universitaria, aunque fue en 1944 y en México donde inició los trabajos que más de dos décadas después serían recompensados con el Nobel.

Fue en ese año cuando trabajó en el programa agrícola Chapingo iniciado por el gobierno del presidente mexicano Manuel Avila Camacho en colaboración con la Fundación Rockefeller, con el fin de sanear las cosechas de trigo que eran devastadas por los mohos.

Precisamente el Nobel de la Paz declaraba en 1975: “Hay que dar a la agricultura y la ganadería prioridad de inversión sobre todos los demás sectores. Si hay cooperación mundial, la humanidad no pasará hambre”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN