El juzgado de los Penal número 4 de Cádiz ha absuelto al propietario, la directora y un veterinario de la perrera de Puerto Real "El Refugio" de un delito de maltrato animal.
En una sentencia, el juez admite que en esta perrera, que tenía conciertos con numerosos ayuntamientos de la provincia de Cádiz, se hacía la eutanasia de los perros con el fármaco mioflex, una practica "inadecuada puesto que contraviene la forma legal de llevarla a cabo y provoca una muerte agónica para el animal el cual es consciente de su asfixia".
Aunque tras el juicio ha llegado a la conclusión de que en este centro "la práctica totalidad" de las eutanasias se practicaban aplicando este fármaco, el juez entiende que para que esta conducta sea considerada delito penal debe existir ensañamiento.
"No queda probado ni por asomo que la finalidad principal de los acusados, antes que provocar la muerte de los animales, fuera el provocarles de forma consciente, querida y buscada unos padecimientos innecesarios e insufribles", dice la sentencia.
El juez acuerda no obstante remitir al Colegio de Veterinarios de Cádiz las actuaciones en este sentido del profesional del centro para que estudie si esta práctica pudiera "ser objeto de algún tipo de sanción administrativa".
El fiscal solicitaba para los acusados un año de prisión por delitos y faltas continuadas de maltrato animal cometidas entre los años 2005 y 2007.