El Mercado Andalusí, una iniciativa de Diputación Provincial de Cádiz y el Ayuntamiento de la capital, llenará las calles del barrio del Pópulo y la plaza de la Catedral desde este viernes a las 13,00 horas y hasta el domingo y se consolida como alternativa de ocio en uno de los fines de semana más esperados del verano gaditano.
Esta cita se celebra en uno de los fines de semana más esperados del verano en la capital, coincidiendo con la celebración del Trofeo Carranza, y se presenta como una alternativa de ocio más para que vecinos y visitantes puedan disfrutar del ambiente que se crea en torno a estas calles y las actividades complementarias a la venta de productos artesanales en los 55 puestos que se colocan para la ocasión.
Entre las mejoras de esta edición se cuentan el cambio de ubicación de puestos en una de las calles de acceso al barrio que pasan a situarse en Fabio Rufino para garantizar la seguridad en la evacuación. Además se refuerza la oferta para público infantil, con talleres, atracciones y espectáculos, como acróbatas y malabares.
A la actividad comercial y artesanal hay que añadir los talleres diversos complementarios, de alfarería, cantería, acuñación de monedas, vidrio soplado, caligrafía árabe, 'henna', azulejos andalusíes y candiles. También la oferta de ocio para niños está formada por cuenta cuentos andalusí, ludoteca de juegos de habilidad e ingenio, carrusel de sillas voladoras, barco balancín, poesía del fuego-fire 'Cage', meciendo al aire, baile sufí, danza oriental y ronda musical árabe en el recorrido del mercado.
La inauguración oficial es este viernes a las 13,00 horas y el horario de desarrollo del mercado es de 12,00 a 01,00 horas, excepto el domingo que cierra las 22,00 horas. Los puestos se sitúan en la plaza de la Catedral, la Placita Alta, la plaza de San Martín, la calle Posadilla y Fabio Rufino.
El Mercado Andalusí propone un paseo a través del tiempo, concretamente al Al-Andalus de los siglos XII al XIV, reproduciendo un típico bazar, para promocionar la artesanía local además de difundir la cultura y las costumbres tradicionales, impulsar la recuperación de oficios y profesiones y fomentar nuevos elementos de promoción turística. Los artesanos contribuyen a crear una atmósfera de época convertidos en actores, los puestos y productos componen la escenografía y la venta se convierte en una actuación recreada, obteniéndose con todo ello, una actividad con vida, ambiente y magia.