Ya se ha desvelado el gran misterio de la Cuaresma del año que viene. El gaditano Jesús Devesa Molina será el encargado de anunciar la Semana Santa de Cádiz en 2016. Se trata de un nombramiento muy merecido y muy esperado por muchos cofrades, ya que en los últimos años, Devesa ha despuntado en la capital por la calidad de sus pregones y por su forma de pronunciarlos.

Jesús Devesa es hermano de la Hermandad de la Paz, y miembro del grupo de devotos del Señor Cautivo de San José, aunque en esto de las cofradías empezó de la mano de su abuelo, en la Hermandad de la Oración en el Huerto, cuando era sólo un niño.

¿Cuándo y cómo le comunicaron la noticia?
—Ayer por la tarde. Estaba con mi amigo Francisco Javier Salido viendo el partido del Cádiz y recibí la llamada del presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Martín José García, que fue el encargado de darme la noticia.

¿Recuerda cómo se lo dijo?
—Me preguntó cómo estaba y le dije que viendo el Cádiz. Me contestó que el Cádiz tenía que ganar por goleada igual que había ganado yo, porque desde ese momento era pregonero de la Semana Santa de Cádiz de 2016.

¿Qué significa esto para usted?
—El tiempo te va metiendo en la cabeza que tienes posibilidades de que te toque. En los últimos años estaba en la terna, pero la verdad es que este año en concreto no me lo esperaba, porque he estado muy desvinculado de todo, he estado fuera todo el mes de agosto y llevo un año sin dar un pregón en Cádiz.

Sé que con motivo del la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús ha aprovechado sus vacaciones para conocer los lugares donde nació y murió esta doctora de la Iglesia, fundadora de la Orden Carmelita. La noticia le llega justo después, ¿no lo interpreta como una señal teniendo en cuenta que su Hermandad de la Paz también ostenta el título de carmelitana?
—Pues sí. Es una combinación bonita a la que habrá que sacarle punta. 

¿Después de tantos años en la terna, me imagino que tendrá pensado cómo quiere que sea el pregón o cómo no quiere que sea?
—La verdad es que muchas veces me he planteado cómo lo haría, pero a día de hoy aún no lo he hecho porque no he tenido tiempo. Los pregones que he dado hasta la fecha siempre los he hecho siguiendo el esquema del pregón clásico, combinando prosa y poesía. Hay que adaptarse al siglo XXI y a la ciudad e intentaré hacer un pregón, como escribiste tú hace unos días, de Cádiz, por Cádiz y para Cádiz.

Normalmente el pregonero elige como mínimo una marcha de las que suena en el pregón. ¿Tiene pensado cuál o cuáles serán?
—Te tengo que defraudar. Si me dejan elegir las tres que sonarán serán 'Como tú ninguna', de David Hurtado; 'Regidor Perpetuo', de Abel Moreno, y 'Paz y Amparo', de Pedro Morales. La primera la escogería porque mi novia, su familia y muchos amigos a los que aprecio y son de Sevilla, y quería tener un detalle con ellos escogiendo esta marcha dedicada recientemente a la Macarena, mi devoción sevillana. 'Regidor Perpetuo' porque está dedicada a la gran devoción de Cádiz, y 'Paz y Amparo', porque es la mejor marcha que tiene mi cofradía. Te decía que te iba a defraudar porque 'Ecce Homo' no sonaría en el concierto, como siempre reivindicas en tu programa 'Luz de Pasión', pero sí te garantizo que sonará en el pregón, aún no sé cómo, pero estará.

¿Dónde dormirá el pregón en la madrugada del 13 de marzo?
—Donde han dormido todos mis pregones. A los piés de la Virgen del Amparo.

¿Va a nombrar a todas las cofradías?
—No me ha dado tiempo de pensar cómo lo voy a hacer pero, indudablemente, estarán todas, al igual que me gustaría hacer alusión a la Cuaresma, a la gente de Cádiz, etc. Y por su puesto, los medios de comunicación también estaréis muy presentes. Ya sabes que es otra de mis pasiones y que he trabajado en varios y sigo colaborando en la medida que puedo.

¿Ha percibido la alegría y el cariño de los cofrades tras su nombramiento?
—Estoy abrumado. No he parado de recibir mensajes, el móvil incluso se me ha colapsado varias veces. Dudaba de la acogida que iba a tener el nombramiento y me alegro enormemente de que la gente esté contenta, como no podía ser de otra manera. Ahora toca estar a la altura y voy a poner todo mi empeño en eso. Me encomendaré a la Virgen del Amparo y al Señor de la Paz y seguro que confiando en ellos saldrá todo bien.  

¿Con éste se corta la coleta?
—No, pero sí necesito un descanso. Me gusta mucho escribir, de hecho es una de mis pasiones. Este año publiqué mi primer libro, y pensaba empezar el segundo, pero lo voy a tener que aplazar, porque los próximos seis meses los voy a dedicar al pregón de la Semana Santa. En el tema de los pregones me retiraré cuando dejen de llamarme, porque además creo que es una labor de colaboración con las hermandades. Aunque ya digo, mínimo me voy a tomar un año de descanso tras este pregón.

¿Cuándo se va a poner manos a la obra?
—Ya. Yo soy muy romanticón y muy de escribir una servilleta algo que se me ocurra mientras me tomo un café. Pero sí que es verdad que cuanto antes mejor, porque así tendré más tiempo para ensayarlo, que también es importante. 

¿Cuántos pregones ha pronunciado?
—No me he parado a contarlo. Pero más de 15, seguro.

Un palmarés a tener en cuenta a sus 32 años...
—El de la Semana Santa lo daré con 33 recién cumplidos porque los cumplo el 3 de marzo.  

¿Cómo le gustaría que engalaran el escenario del Gran Teatro Falla para la ocasión?
—Constructivamente siempre he criticado la decoración, porque me da la sensación de que se quiere montar una especie de altar y el pregón es un acto literario. Si está en mi mano, me gustaría que no hubiese nada más que los reposteros, el atril, y como mucho la Cruz de Guía de mi Hermandad de la Paz con un farol a cada lado.

¿Sólo o acompañado en el escenario por las autoridades?
—Me encantaría que se recuperase que las autoridades acompañen al pregonero en el escenario. De hecho, se lo voy a proponer al Consejo. 

¿Su último pregón fue el de la Amargura no?
—En Cádiz sí, pero el último fue el de las Glorias de Madrid.

Pues de las Glorias de Madrid al Falla. Mucha suerte pregonero. Lo estamos esperando.