Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal por supuestamente estafar más de 150.000 euros a cuatro entidades bancarias de las provincias de Málaga, Granada y Cádiz.
Uno de los implicados simulaba ser propietario de un negocio de venta ambulante de muebles, por lo que contrató un datáfono inalámbrico con el que realizaba compras fraudulentas para inmediatamente retirar el dinero ingresado en su cuenta antes de que los supuestos compradores anulasen la adquisición, según ha informado la Policía en un comunicado.
Hasta el momento han detenido a trece personas, doce en Málaga y una en Granada, como supuestas autoras de delitos de estafa.
Los arrestados son nueve hombres y tres mujeres de distintas nacionalidades y con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años.
La investigación comenzó a mediados del mes de julio, ante una denuncia presentada ante la Policía Nacional por el responsable de una entidad bancaria de Málaga en relación a un perjuicio económico de más de 150.000 euros.
Las primeras pesquisas llevaron a los investigadores hasta una organización criminal dedicada a la perpetración de estafas bancarias en Andalucía, concretamente en las provincias de Granada, Málaga y Granada.
Tras varias investigaciones se averiguó que uno de los arrestados simulaba ser propietario de una empresa de venta de muebles que realizaba exposiciones itinerantes por diferentes provincias.
En ocasiones también fingía la venta ambulante de electrodomésticos, material de fontanería, de construcción o eléctrico.
Según han precisado las fuentes, con esta "argucia" se presentaba en un banco y tras solicitar abrir una cuenta bancaria contrataba con la entidad un terminal de punto de venta (TPV) que utilizaría como medio de cobro para transacciones con tarjetas de crédito.
Mientras tanto, otros integrantes del grupo también abrían en distintas entidades bancarias otras tantas cuentas corrientes con un depósito inicial de unos 3.000 euros a las que asociaban las oportunas tarjetas de crédito o débito.
El engaño consistía en realizar - durante varias semanas- distintas compras fraudulentas con tarjetas a través del datáfono.
Cuando el dinero era ingresado en la cuenta del falso empresario, éste procedía inmediatamente a su retirada y lo distribuía entre sus supuestos compradores para que éstos lo ingresaran nuevamente en sus cuentas y continuaran haciendo compras ficticias.
Finalmente los supuestos clientes anulaban todas sus compras en un breve período de tiempo y cuando la entidad bancaria ingresaba en las cuentas de los clientes los importes de las operaciones anuladas, éstos retiraban inmediatamente las cantidades efectivas, no pudiendo el banco recuperar el dinero.
Hasta el momento los investigadores de la Policía Nacional han conseguido esclarecer cuatro fraudes perpetrados con idéntico modus operandi, dos en Málaga -uno por importe de 50.638 euros y otro por 29.960 euros-, uno en la provincia de Granada que asciende a 31.731 euros y otro en la de Cádiz por un importe superior a 45.700 euros.