La guerra que han vivido en primera persona los integrantes de la Asociación de Vecinos Poeta Rafael Alberti parece llegara a su fin y su principal damnificado, el que fuera su presidente Gustavo Rosales, ahora respira hondo y lleno de satisfacción tras una sentencia que le exime de toda responsabilidad por apropiación indebida de un suma de la AVV que le acusaron de distraer.
El asunto viene de lejos y, con una batalla de poder de por medio, un local antiguo para abandonar y uno nuevo para ser la sede de la asociación y una mala relación entre Rosales y la actual presidenta de la AVV, María Luisa Pando Molina, que desembocó en enemistad manifiesta y que de ello surgió el cambio en la junta directiva de la asociación de vecinos que sustituyó en el tiempo a Gustavo Rosales. Todo ello aderezado con una pelea política entre los grupos mayoritarios debido a que uno de los contendientes tiene lazos de consaguinidad con un destacado político local.
La presidencia de Rafael Alberti, asociación que abarca nueve fincas y representa a 111 vecinos, la ostentó Gustavo Rosales desde 1995 hasta el 12 de junio de 2009, fecha en que abandona el cargo “harto de la persecución a la que me sometieron y que no se lo deseo a nadie. Después viene lo de la demanda, en la que se me acusa injustamente de haberme apropiado de 49.273 euros, algo de lo que la Justicia me ha dado la razón para quitársela a la actual Junta directiva”, afirma.
Asimismo, confiesa Rosales, “se me ha pasado por la cabeza un millón de cosas, y menos mal que he tenido el apoyo de mi familia y amigos y algunos vecinos, ten en cuenta que en plena calle me han llamado sinvergüenza y ladrón devuelve lo que te has llevado de la asociación”.
Ahora que se ha hecho justicia, según la sentencia del juzgado número 2 de los de Instrucción de Cádiz del pasado mes de junio, en la que se dice literalmente que “aún reconociendo la perito que no se llevaba una ordenada contabilidad durante el mandato del denunciado al frente de la asociación, tampoco puede sostenerse que se hayan justificado los hechos denunciados...En suma, no puede sostenerse que el denunciado se haya apropiado de la cantidad de 49.000 euros”, Rosales reclama una acción que cree justa y que aún no se ha producido.
Ya que el fallo sostiene en su parte dispositiva que se acuerda “el archivo y sobreseimiento de las actuaciones” y que pasados cinco días tras la notificación dicha sentencia nadie la apeló, Gustavo Rosales afirma que tampoco nadie se ha retractado, y cuando se refiere a nadie, señala directamente a la presidenta de la AVV Poeta Rafael Alberti María Luisa Pando y su junta directiva.
De hecho el abogado de Gustavo Rosales solicitó mediante burofax dirigido a esta junta con fecha 23 de octubre de 2013, fecha de una asamblea a la que siguió otra de 6 de noviembre, que se retractaran de aquellas acusaciones vertidas sobre su patrocinado con la misma difusión y publicidad con la que las hicieron, cosa que no han hecho.
Y así, Gustavo Rosales confía en que “esta junta con su presidenta María Luisa Pando al frente, que con fecha 12 de noviembre lo seguía siendo según me consta por el certificado del Registro de Asociaciones de Andalucía y que en ese sentido expidió la Jefa del Servicio de Justicia, hagan lo que mi abogado les requirió en el burofax, es decir, que limpien mi nombre y mi honor con el mismo ímpetu y por las mismas vías con que con anterioridad lo mancillaron, ya que de no hacerlo, no descarto emprender acciones legales por difamación, injurias y calumnias, acoso moral y psíquico”.
