¿A quién vamos a votar en Cortegana, a Borrallo o a Borrallo?

Los vecinos de Cortegana, en la provincia de Huelva, se han encontrado este año con un curioso “dilema” ante las elecciones municipales, ya que los dos candidatos de los principales partidos, PP y PSOE, comparten nombres y apellidos: José Borrallo.

La casualidad ha hecho que para las elecciones del próximo 22 de mayo PP y PSOE presenten a dos candidatos con el mismo nombre, aunque el del PP es José Enrique, pero la curiosidad no ha pasado de largo para este municipio de la sierra onubense, de poco más de 5.000 habitantes, donde actualmente gobierna Izquierda Unida.
Por parte del Partido Popular el candidato es José Enrique Borrallo Romero, un biólogo de 31 años que se enfrenta por segunda vez a la posibilidad de ser el alcalde del municipio corteganés.

Por su parte, José Borrallo Lezcano es el candidato del Partido Socialista, un economista de 33 años que protagoniza por primera vez un cartel electoral.

Ambos partidos políticos, ante la pregunta de Efe por este peculiar caso, se apresuran a decir: “ojo, no son familia ni nada”, para posteriormente apuntar que la coincidencia en el nombre no tiene por qué influir ni confundir a los votantes del municipio.

“Puede haber alguna confusión, pero el aspecto y el mensaje es distinto”, explican desde el PSOE a la hora de aclarar el panorama.

Fuentes del PP han defendido la experiencia de su candidato, que tiene además familiares en la política local, y tiene más consolidado su nombre en el panorama serrano de la provincia de Huelva, ya que además tiene competencias en política interna en la comarca dentro de su formación.

Casualidad o no, lo cierto es que la coincidencia de los nombres de los candidatos no ha pasado desapercibida en el municipio, e incluso ha provocado ya alguna confusión en los gabinetes de prensa a la hora de citar algunas de sus iniciativas.

Cortegana, por cierto, tiene más curiosidades a la hora de hablar de elecciones ya que el nombramiento del alcalde coincide con su romería y ya en 2007 el salón de plenos del consistorio estaba lleno de vecinos vestidos con los trajes típicos, y con caballos y charrés (carruajes) en la puerta esperando para irse de fiesta con el alcalde recién nombrado.