Tras una temporada cargada de sobresaltos e incertidumbre, el Arcos consiguió aferrarse a la categoría nacional de Tercera División tras lograr la victoria en Castilleja. Calmadas las aguas, que bajaban turbias y revueltas, se abre una nueva etapa en el club arcense para afrontar la octava temporada consecutiva en el grupo décimo de Tercera, que se espera sea mucho más tranquila y con menos altibajos que la anterior. El vicepresidente primero del club y adjunto al presidente, Francisco Valenzuela Iglesias , hace un balance de lo ocurrido y nos adelanta las pautas que van a regir en el club en la campaña 2018-19.

Por lo que respecta a la utilización de tres entrenadores durante el ejercicio 2017-18, “el primero de ellos, Rafael Escobar, no se ajustó al perfil de técnico que nosotros queríamos y  su contratación fue un error”, puntualiza el dirigente arcense. “El segundo, Adolfo Muñoz, decidió irse y no pudimos hacer nada para retenerlo. Estábamos muy contentos con él y no descartamos volverlo a llamar en un futuro, ya que él también se quedó muy contento con nosotros. En cuanto al tercero, Mariano Suárez, se nos complicó demasiado el panorama debido a los malos resultados y necesitábamos un revulsivo para cambiar la racha negativa”.  En la calle se comentaba que Adolfo Muñoz se vio obligado a dejarlo no solo por asuntos familiares sino por varios ‘roces’ que mantuvo con el vestuario, pero Valenzuela no tiene constancia de ello. “Si Adolfo me hubiera comunicado ese problema, el jugador que fuese hubiera salido del club inmediatamente. Ni tuve constancia de eso ni iba a perder a un buen entrenador por un jugador. Yo le dije que se quedara y él me respondió que tenía un problema familiar grave que le obligaba a marcharse. Nunca hubiese permitido que  saliese un entrenador por un jugador, fuese quien fuese”.

Salieron bastantes jugadores del club durante la temporada y se comenta que varios de ellos han presentado denuncia. “Nosotros no somos un club profesional y si creen que deben interponer alguna denuncia pues que la pongan, pero a día de hoy es algo que no me preocupa ni existe ninguna razón para preocuparse. A nosotros no nos interesaron como jugadores por las razones que fuese y se les abonó hasta la última peseta que se les debía. Ahora no tenemos ninguna cuenta pendiente con ninguno. A todos los que han salido del Arcos se les ha abonado su dinero. Si hay alguien que no está de acuerdo y pone una denuncia no puede ser en la Federación porque al no ser profesionales no hay contrato profesional por medio”.
Otro de los puntos negros de la pasada temporada fue la interminable racha de jornadas sin ganar -hasta diez seguidas- y mucha gente se preguntaba si no hubiese sido conveniente cesar antes al entrenador para cortar de alguna forma esa dinámica tan negativa que iba hundiendo al equipo  en la tabla poco a poco hasta llegar a ser el peor equipo de la segunda vuelta del campeonato. “Yo no suelo entrar en el tema deportivo. Solo lo hago cuando ya no me queda más remedio que intervenir. Yo no decía nada. Le preguntaba a la parcela deportiva y la respuesta era que faltaban muchos partidos por jugarse, de los que unos eran más difíciles y otros menos, pero que ganando uno solo nos salvábamos del descenso y que uno se  iba a ganar  tarde o temprano. Siempre he confiado en los técnicos. ¿Que había que haberle dado de baja antes? Puede que sí, pero cuando tomé la decisión de cesar a Suárez en su puesto fue cuando ya solo quedaban dos jornadas y nos la teníamos que jugar sí o sí. A mí no me apetecía darle la baja porque no tenía ganas de contratar un cuarto entrenador, pero había que hacerlo. A mí no me aconsejaron que lo cesara antes”.
Cuando Francisco Valenzuela menciona a la dirección deportiva no solo se refiere a Antonio Gallardo sino a otros integrantes del club que ocupaban puestos en esa parcela deportiva, cuatro o cinco, “que junto conmigo éramos los que tomábamos las decisiones, entre ellos Marcos Gómez, Antonio Sánchez, Sebastián Gómez y el director deportivo Antonio Gallardo”. A partir de esta temporada, Francisco Valenzuela no contará con un director deportivo sino que delegará en una ‘dirección deportiva’ compuesta por algunos miembros de la anterior dirección -exceptuando a Antonio Gallardo, que dejó su cargo la pasada semana- más la incorporación de caras nuevas en el apartado técnico, como son Isaac Silva - el exjugador del Arcos- y José Márquez Calvente, que ha realizado funciones  dentro del cuerpo técnico de grabación de imágenes de partidos y digitalización de vídeos en esta dos recientes temporadas. Este diseño no es definitivo porque cabe la posibilidad de que alguna de estas personas no dé su conformidad al proyecto o no quiera continuar dentro del club, pero sí es un boceto muy aproximado del organigrama de trabajo del club para la próxima temporada.
El martes, Francisco Valenzuela Iglesias se reunía en el Hotel Peña de Arcos con el nuevo responsable del banquillo, Pepe Bermúdez, para establecer las bases de actuación y los criterios deportivos e institucionales que van a regir al club en el próximo ejercicio. Pepe Bermúdez tiene contrato para una temporada y todo dependerá del rendimiento del equipo en una temporada que se prevé aún más competida por el descenso al grupo décimo de equipos como Écija Balompié, Córdoba B o Betis Deportivo, conjuntos que han terminado en los puestos de privilegio de Tercera División en estas tres últimas campañas pero que regresan de nuevo a un grupo en el que meterse arriba será cada vez más difícil.

"Sigo pensando en el ascenso"

 “Sigo pensando que le objetivo del Arcos para la próxima temporada será el ascenso a Segunda B, una aspiración de lo más legítima. A nadie le voy a decir que jugaremos para mantenernos. Prefiero ascender porque para eso estoy aquí. Que podamos o no, es otra cosa. Pepe Bermúdez me ha comentado que prefiere descubrir a nuevos talentos para la plantilla que escoger a jugadores más contrastados o con más experiencia. Es partidario de contar con futbolistas jóvenes y muy bien preparados físicamente para irlos amoldando a las necesidades del equipo, aunque sin despreciar a los más expertos”