Aunque haya de por medio razones y sinrazones, no se entiende que un camping haya permanecido cerrado casi una década en una ciudad claramente turística. Esto es lo que ha ocurrido en Arcos con un gobierno y otro, con la derecha y con la izquierda.

El antiguo equipamiento de la Junta de Andalucía que fue cedido al Ayuntamiento goza de una superficie de 17.980 metros cuadrados y desde entonces ha sido escenario de obras públicas para su recuperación y dotación de todo tipo de suministros, lo que, unido a las continuas tareas de mantenimiento de la vegetación, el dudoso interés que había despertado inicialmente la propuesta de licitación y, sobre todo, las interminables tareas administrativas, han provocado que el equipamiento turístico no sea una realidad hasta hoy. Así resulta tras la adjudicación del servicio a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Camping Lago de Arcos, que así adopta el nombre del propio camping para iniciar la aventura empresarial que supone su explotación.

Las condiciones pasan por un depósito anual de casi 18.400 euros durante 39 años (714.000 euros), considerada una cantidad baja por algún grupo opositor, pero que solo así puede ser asumida por las empresas, partiendo de un negocio cero que tiene por delante todo un proyecto que ejecutar para su explotación. Además, el camping debe ser dotado aún de servicios como pequeño supermercado, bar, restaurante, terraza, etc., lo que supondrá un desembolso importante para la empresa adjudicataria.

El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, ha presentado esta semana junto al adjudicatario, el empresario Javier Cantera Ruiz, las intenciones con este camping Lago de Arcos que dará solución, por ejemplo, a numerosos autocaravanas y caravanas que frecuentan la ciudad y cuyos ocupantes no tienen todavía un lugar adaptado o acondicionado para su estacionamiento. 

Gambín señaló que con la adjudicación del camping se pone punto y final a un trámite muy largo, a la espera de que las instalaciones sigan siendo un referente de la oferta turística local junto a los deportes náuticos, los senderos naturales, el patrimonio monumental, los vinos, la gastronomía, etc. Su apertura tendrá lugar un vez que la UTE Camping Lago de Arcos ejecute las obras y adaptaciones que estime oportunas; posiblemente a partir de septiembre. Además, está convencido de que no solo atraerá turismo, sino que creará empleo. De hecho, la UTE ya acepta  currículos para los contratos y también se ha ofrecido a los proveedores locales para conocer sus ofertas de productos, artículos y servicios.

Javier Cantera señaló desde la empresa que espera beneficiarse de la sinergia de los Pueblos Blancos donde Arcos es puerta de entrada, y dijo que pondrá a su nuevo proyecto mucha ilusión y ganas para que sea un éxito incluso a nivel internacional.

Un poco de historia

En octubre de 2018 la Diputación de Cádiz comprometió a través del programa Invierte casi 100.000 euros para la terminación de las obras, unos días después de la Junta de Gobierno aprobó la actuación que fue ejecutada por quince trabajadores del programa Emplea Joven de la Junta de Andalucía. 

También se han desarrollado en el camping trabajos del Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) y de otras actuaciones para su mantenimiento.

En el lado político, su prolongado cierre ha sido continuamente motivo de disputa entre los partidos: la oposición, la de antes y la de ahora, se ha reprochado mutuamente la desidia con este espacio vinculado necesariamente a la oferta turística de Arcos y los encantos, en este sentido, del entorno del lago.