La crisis sanitaria de la covid-19 va a dejar profundas huellas en la sociedad; la normalidad que surja cuando se alcance esta forma rara de equilibrio que denominan inmunidad de conjunto no va a ser como la de antes de la pandemia, ha habido demasiados cambios en demasiados segmentos de la sociedad como para una mínima probabilidad de reproducir el escenario social previo. Esto no es ni bueno ni malo, es lo que hay y reconocerlo permitirá afrontarlo con éxito.
Se ha escrito mucho, pero nunca lo suficiente, que la solidaridad, la ayuda mutua, la cooperación (por encima de la competitividad) serán las herramientas, auténticas adquisiciones evolutivas, que nos permitirán salir adelante. Así ha sido a lo largo de toda la historia de la Humanidad, incluso cuando éramos otras especies, como demuestra el registro fósil.
El ámbito de las artes escénicas es uno de los muchos que han sufrido el impacto directo y brutal de la pandemia. La anulación de todo tipo de espectáculos ha sido la puntilla para un sector profesional de por sí precario al que la sociedad le debe mucho, ni más ni menos que la riqueza interior que proporciona el arte. En Jaén buena parte de estos profesionales de la música, la danza y las artes escénicas han sido además golpeados por un oscuro conflicto laboral con la Universidad Popular Municipal del que no se augura una salida fácil. La situación de no retorno de algunos artistas me la ilustraba el amigo Miguel Ángel Karames al referirme que han llegado a vender los instrumentos.
Como forma de apoyo a este colectivo hace unos meses Nueva Acrópolis y Baraka Project pusieron en marcha el proyecto ‘AyudARTE’, al que rápidamente su sumaron Small Clowns, Acrobalia, Comunidad Up Jaén, la asociación teatral Hojas de Papel, In Vitro Teatro, Delirium Laboratorio de Artes Escénicas, Uniradio, la Fábrica del Arte y el blog En Jaén donde Resido.
El objetivo de ‘AyudARTE’ es prestar apoyo económico y material a los artistas del directo que se encuentran en situación lamentable. Para ello se cuenta con el respaldo de donaciones particulares y colectivas e incluso dos autores locales, Antonio Reyes y Julio Ángel Olivares, han aportado las ventas de libros suyos.
Este proyecto es un pequeño ejemplo de la capacidad de respuesta de la sociedad, la cual en momentos difíciles tiene el impulso innato de generar ayuda mutua, al margen de las instituciones y el poder. Viene en sus genes culturales. Y por doquier pueden verse multitud de iniciativas como la de ‘AyudARTE’, que llegan donde no lo hacen las Administraciones. Siempre quedará el corazón humano como último baluarte.
