Ha afectado a todas las formas de disolución matrimonial: separaciones no consensuadas, divorcios, contenciosos o de mutuo acuerdo
El número de demandas de disoluciones matrimoniales, que incluye tanto separaciones como divorcios, ha experimentado en el tercer trimestre de 2019 una disminución del 5,5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial y publicados este viernes ponen de manifiesto que la disminución ha afectado a todas las formas de disolución matrimonial: separaciones no consensuadas, divorcios, contenciosos o de mutuo acuerdo, excepto las separaciones consensuadas que han aumentado.
Las 141 demandas de separación consensuada presentadas en el tercer trimestre del año son un 13,7 por ciento más que las presentadas en el mismo periodo del año pasado, que fueron 124.
Por el contrario, las 75 demandas de separación no consensuada presentadas supone un descenso de un 2,6 por ciento.
Respecto a las demandas de divorcio, las consensuadas, de las que se han presentado 2.029, han disminuido un 5,8 por ciento respecto al año anterior, en tanto que las no consensuadas han disminuido un 6,5 por ciento, habiéndose presentado 1.874.
El número de demandas de nulidad, 2 en total, ha sido un 60 por ciento inferior a las presentadas en el segundo trimestre de 2018, ha informado el TSJA en un comunicado.
Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2019 se observa que el mayor número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes se ha dado en Islas Baleares, al haberse presentado una media de 5,6.
Le siguen Canarias, con una media de 5,5 demandas; Comunidad Valenciana, con 5,4; Castilla-La Mancha, con 4,9; Andalucía y Cataluña, ambas con 4,8.
Todos estos territorios superan la media nacional, que es de 4,7 demandas de disolución matrimonial por cada 10.000 habitantes.
Por el contrario, las comunidades autónomas donde la media ha sido más baja son La Rioja, con 3,4 disoluciones matrimoniales por cada 10.000 habitantes; País Vasco, con 3,7; Castilla y León, con 3,9; y Navarra, con una media de 4.