GEA Cádiz llevo a cabo una importante labor durante la mañana del sábado, realizando un trabajo de limpieza profunda en las rocas de la playa de La Caleta
El grupo GEA Cádiz desarrolló durante la mañana del sábado labores de limpieza en la playa de La Caleta, dejando relucientes las rocas de las inmediaciones del Castillo de San Sebastián.
Esta ONG se propuso aportar su particular grano de arena a la campaña A limpiar el mundo, que la ONU promueve durante todo este mes de septiembre. Y lo hizo dedicando la mañana a retirar las basuras acumuladas en las inmediaciones del Castillo de San Sebastián. Una altruista acción que debería sacar los colores a más de una administración con competencias en la materia.
Un total de 20 voluntarios participaron en esta iniciativa, que nace con vocación de continuidad en el tiempo.
Aprovechando la bajamar
La asociación empezó su trabajo en torno a las diez, aprovechando el punto álgido de la bajamar, y centró su actuación en las rocas que rodean al recinto militar, al tratarse del lugar más descuidado de la playa y donde los operarios de limpieza suelen brillar por su ausencia.
“Ayuntamiento y Costas se tiran la pelota a la hora de adecentar estas zonas y, mientras, la casa se queda sin barrer”. De esta forma justificaba la portavoz del colectivo, Helena Correas, la elección del enclave. Y no le faltaba razón. Es cierto que hace siete meses el Consistorio gaditano y el departamento dependiente del Ministerio de Medio Ambiente llegaron a un pacto para repartirse la eliminación de los residuos que, a resultas del vandalismo o el incivismo de algunos, van a parar al borde litoral de la capital.
Pero este acuerdo no parece estar dando muchos frutos, a juzgar por los objetos que ayer salieron a la luz.
Los voluntarios recogieron decenas de botellas, latas, redes, plomadas de pesca y todo tipo de plásticos. Hasta un carrito de la compra y piezas de una bicicleta. Luego, expusieron durante algunos minutos el material recuperado para que quienes pasaran por allí tomaran conciencia de la necesidad de respetar el mar.