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Hueste

(In) Gobernabilidad y nuevos tiempos

Desde las penúltimas citas electorales el reparto de escaños apenas permite formar gobiernos

Publicado: 12/03/2018 ·
18:08
· Actualizado: 12/03/2018 · 18:08
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Autor

Francisco Javier Paniagua

Francisco Javier Paniagua es profesor de Periodismo en la UMA. Experto en comunicación política y estrategias

Hueste

Análisis de la actualidad desde el punto de vista de las huestes, esas pandillas que comentan lo que pasa

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Cuando hace ya varios años nacieron los nuevos partidos, muchos creyeron en la nueva política. Pusieron en la nueva política muchas ilusiones y muchas esperanzas.  Y en muchos casos estas ilusiones y esperanzas siguen intactas. ¿O no?

Desde las penúltimas citas electorales el reparto de escaños apenas permite formar gobiernos. De hecho, los españoles tuvimos que asistir en menos de seis meses dos veces a las urnas porque el puzle de la nueva política, que la ciudadanía eligió para que trabajaran desde el acuerdo, acabó por romperse antes de empezar a encajar. Podemos decir que… la nueva política, representada en Ciudadanos y Podemos, aprendió muy pronto de la vieja política. Y aprendió antes lo malo que lo bueno…

Estos días, aunque sorprenda, porque no estamos en octubre o noviembre, que es lo habitual, se habla de presupuestos o, mejor dicho, de la paralización de los mismos.  A día de hoy, no están aprobados los presupuestos generales.  Desde el partido en el gobierno, el Partido Popular, no se logran los apoyos suficientes para aprobar las cuentas de 2018. Y los partidos que por acción u omisión que Rajoy formara gobierno, no están por la labor de que esto suceda. Su apoyo con los votos a favor y la abstención se quedaron en el pasado. La pregunta es, ¿por qué? O mejor, ¿para qué?

¿Es más fácil así? ¿O es más fácil formar parte del gobierno toda la legislatura y cada año negociar los presupuestos? ¿Imitan los grupos municipales de Ciudadanos, por ejemplo, en Málaga, la misma estrategia que Albert Rivera utiliza en Madrid? ¿Es la misma posición en Andalucía? ¿Es esto lo que quería la ciudadanía cuando depositó su confianza en la nueva política? ¿Ha aprendido algo la vieja política?

Lo cierto es que parece que a un año de las municipales y autonómicas (y por si fuera poco europeas) las estrategias mandan y se anteponen a la ciudadanía. El Diccionario de la Real Academia Española, define democracia como la “forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos”, aunque parece que cada vez más deciden las estrategias de los partidos políticos y se olvida por qué están ahí, y por qué con esa representación.

 

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